Capítulo 5 — De Internet a la autopista
La autopista de la información no existe. Esto puede parecer una sorpresa a las personas que han oído hablar de una «súper autopista de datos» desde una red telefónica de larga distancia hasta la Internet. Aunque la Internet ya está dando servicios de comunicación e información a millones de personas. Una red interactiva de banda ancha capaz de proporcionar todas las aplicaciones estrella que hemos descrito en el capítulo 4 no estará disponible para la mayoría de los hogares de Estados Unidos durante, al menos. Una década. Sencillamente, no tendremos instalada la infraestructura de alta velocidad antes de esa fecha.
La Internet es la precursora de la red global final. Apenas cabe duda de que cuando la red interactiva global haya evolucionado finalmente hacia la autopista, todavía se le llamará Internet. Pero por extraño que el término «súper autopista de la información" suene complicado, utilizarlo adecuadamente ayuda a establecer una distinción entre la red interactiva de banda estrecha de hoy (la actual Internet) y la red interactiva de banda ancha de mañana (la "autopista») .
Sea cual sea fuere el nombre con el que se la termine llamando, construir una red interactiva de enorme capacidad («ancho de banda») es una gran tarea. Requiere una evolución radical de las plataformas de software y de hardware de la Internet. Nuevamente estamos ante una encarnizada competencia como la que vimos en la industria del software para PC durante los años ochenta, esta vez para decidir qué componentes del software se convertirán en estándares en la evolución de Internet. La creación de la red requiere también la instalación de infraestructuras físicas costosas: líneas, conectores y servidores. Puede que el calendario para lodo este desarrollo e inversión no esté claro durante algún tiempo.
Sabemos que las empresas se conectarán muy rápido, pero los hogares estarán en línea más lentamente. En un proceso gradual que pasará primero por la banda estrecha para instalar después conexiones de banda media, que harán a la red Internet mucho más útil de lo que es hoy y evolucionar, finalmente, hacia las conexiones de banda ancha de fibra óptica que nos proporcionarán todo lo que promete la autopista de la información.
No hay fronteras precisas entre las redes de datos de banda estrecha y las de banda media ni entre las de banda media y las de banda ancha. Sin embargo en la práctica, una conexión de banda estrecha permite la transferencia de al menos 50.OOO bits de información por segundo hacia y desde un dispositivo de información sencillo, mientras que las conexiones de banda ancha suministran transmisiones continuas de 2 millones de bits por segundo e incluso, de 6 millones de bits por segundo o más para video de mejor calidad. Como sugiere su nombre, una conexión de ancho de banda medio se engloba entre la banda estrecha y la banda ancha de acuerdo con el número de bits por segundo de información que puede transportar ininterrumpidamente hacia una computadora, un televisor u otro dispositivo de información. Esta clasificación de anchos de banda puede ser útil. Pero quizá resulte demasiado simplificada porque algunas conexiones serán asimétricas, capaces de recibir información mucho más rápidamente de lo que pueden enviarla. Otras líneas de transmisión de datos serán compartidas. De manera que la velocidad de la conexión que tengamos dependerá del número de usuarios que compitan con nosotros para utilizar la misma línea.
Actualmente, casi todas las conexiones residenciales para las redes interactivas son de banda estrecha. La mayor parte de los consumidores que se conectan a servicios en línea o a la Internet utilizan la red telefónica convencional de cable bifilar de cobre, un sistema de banda estrecha que se basa en tonos analógicos para comunicar información. Un módem (abreviatura de modulador) es un dispositivo de hardware que conecta una PC a una línea telefónica y que sirve como traductor entre los campos analógico y digital. Los módems convierten una información digital de computadoras (ceros y unos) en tonos que las redes telefónicas pueden transportar, y viceversa. En los primeros días de la computadora personal IBM, un módem transportaba generalmente datos a una velocidad de 300 o de 1200 bits por segundo, lo que se conocía también como 300 o 1,200 «baudios». La única información que podía transmitirse era texto porque. A esas velocidades tan bajas, la transmisión de imágenes era angustiosamente lenta. Ahora, los módem típicos envían y reciben 28.800 bits por segundo (28.8 K). Esta velocidad aún no es lo suficientemente rápida como para transportar con facilidad muchos formatos ricos en contenido. Podemos enviar una página de texto en un segundo, pero una fotografía del tamaño de la pantalla puede lardar decenas de segundos en transmitirse, incluso en forma comprimida. La transmisión de una fotografía en color con la resolución de una diapositiva lleva minutos. Y desde luego, olvidémonos del vídeo en movimiento de alta calidad.
Disponemos de tecnología para módems capaces de transmitir datos a 33.600 baudios e incluso a 38.400 baudios. Pero los módems no podrán funcionar a velocidades mucho mayores utilizando las líneas telefónicas normales.
Ésta es una de las razones por las que en el mundo se están cambiando las redes analógicas de banda estrecha, que se diseñaron para transportar voz por las redes digitales que transportan mucha más información por segundo En los próximos años, las empresas de teléfono y de televisión por cable tendrán que mejorar sus redes con nuevos conectores digitales y con cables de fibra óptica que tienen un ancho de banda mucho mayor que el hilo de cobre. Una vez que esté disponible la nueva infraestructura, la era de las comunicaciones de banda ancha —la era de la autopista de la Información— habrá llegado.
Los conectores digitales no son como los de luz. No encienden ni apagan ada. Son más parecidos a los dispositivos de cambio de vía en las estaciones de trenes que encaminan los vagones de un carril a otro.
Pensemos en una corriente de información como un mensaje de correo electrónico o una película, como si fueran un «tren» de bits que sale de una estación de ferrocarril (un servidor) y viaja por la red hacia una estación de destino (nuestra PC o nuestro televisor). La red tiene incontables conectores, cada uno de los cuales puede encaminar la información hacia su destino. Podríamos suponer que la función de los conectores fuera encontrar el camino más curto para el tren. Pero no es así. El hecho de encaminar todo el tren de una vez podría obstruir los rieles y las estaciones por donde pase el tren. Sería algo así como una locomotora que tira de una fila muy larga de vagones. Nadie más podría pasar hasta que el tren no hubiera terminado de hacerlo. Para obviar este problema, los conectores digitales de redes dividen al tren en «vagones» individuales de información digital y en algunos casos encaminan a cada uno de ellos por separado. Las diferentes partes de un solo mensaje de correo electrónico. Por ejemplo, pueden circular por rulas muy distintas, y cada vagón encuentra su propio camino a través de los conectores hacia su destino, donde se vuelven a reunir a lodos los vagones, y se les ensambla en un «tren» coherente de información. Sin embargo, cuando pidamos una película. Todos los vagones seguirán la misma ruta para garantizar una entrega segura, pero incluso así los vagones dejarán una porción de espacio entre sí, de manera que puedan entremezclarse con ellos otras corrientes de contenido que pasen a través de los mismos conectores. Por supuesto que a los bloques de información no se les llama vagones. Se les llama «paquetes» o «celdas».
El encaminamiento de paquetes es más probable que se realice mediante el uso de un protocolo de comunicación, conocido como modo de transferencia asíncrona o ATM (no confundirlo con automatic teller machine).
Las empresas de telefonía de larga distancia de lodo el mundo están entusiasmadas con el protocolo ATM. De acuerdo con las reglas del protocolo, se divide una corriente digital de datos en paquetes, cada uno de los cuales consta de 48 bytes de información para transportar y 5 bytes de información de control que capacita a los conectores de la red para encaminar el paquete a su destino. Un segundo de video, por ejemplo, se divide en miles de paquetes, cada uno de los cuales se envía por separado a su destino. Los conectores ATM tienen la capacidad de manejar muchas corrientes de información al mismo tiempo porque éstas se distribuyen a velocidades muy altas: más de 622 millones de bits por segundo con la tecnología existente y 2000 millones de bits o más por segundo, con el tiempo.
Las líneas de comunicaciones necesitan de gran capacidad para controlar esta enorme cantidad de información al mismo tiempo, y es entonces cuando entra en juego el cable de fibra óptica. La fibra, el hilo de vidrio estirado que transporta información en un rayo de luz modulada, será el asfalto de la autopista de la información, o los rieles del ferrocarril de la información, por seguir con nuestra analogía. Todas las troncales principales de larga distancia que transportan las llamadas telefónicas entre los «palios de operaciones» en los Estados Unidos utilizan ya la fibra óptica. Parte de algunas redes de televisión por cable también la utilizan.
Las empresas de redes no estaban pensando en el ATM cuando comenzaron a instalar la fibra, pero ahora siempre lo tienen en cuenta. Las compañías de teléfono y de cable tenderán gradualmente cables de fibra óptica a los puntos de distribución de los barrios, desde donde se transferirán las señales al cable coaxial que nos suministra la televisión por cable o a las líneas de cable bifilar de hilos de cobre que nos dan el servicio telefónico.
Con el tiempo, la fibra puede llegar directo a nuestros hogares, especialmente si utilizamos grandes cantidades de dalos. Pero no es necesario que haya cables de fibra durante lodo el camino hacia nuestra casa para contar con un gran servicio de banda ancha.
Las redes de banda ancha no estarán muy extendidas durante varios años, excepto en aquellos distritos comerciales y en otras áreas en las que haya gran número de personas dispuestas a pagar por sus conexiones. Todo el mundo está muy de acuerdo con que la instalación de la infraestructura residencial va a ser un proceso prolongado. Ese reconocimiento pone de manifiesto un cambio de mentalidad respecto a la que prevalecía en 1994, cuando las empresas de teléfono y de cable prometían que en unos cuantos años habría millones de conexiones residenciales de banda ancha. Fue un periodo notable por la extravagancia de sus promesas. Varias grandes empresas telefónicas de Estados Unidos proclamaron que, a lo largo de la década, cablearían de 500.000 a 1.000.000 de casas anualmente para dar servicios de redes de banda ancha, y esperaban que a finales de 1996 estuvieran conectadas 9.000.000 de ellas. Bell Atlantic decía que cablearía hasta un millón y medio de casas en algunos años y ocho millones hacia el año 2.000. Aunque reconoció que el hecho de dar acceso popular a conexiones de alta velocidad no significaría necesariamente que se solicitaran servicios de banda ancha para todas ellas. Pacifíc Bell decía que cinco millones y medio de sus clientes tendrían conexiones de banda ancha para el final de la década y Ameritech afirmaba que conectaba seis millones de hogares de sus clientes. Se tildó a Microsoft de conservadora, porque nuestra reacción a estas pretensiones fue prudente: dijimos que la nueva infraestructura no estaría construida hasta que no Uniésemos una prueba fehaciente de que se obtendría beneficio suficiente como para Justificar la gran inversión.
La constatación de que el hecho de proporcionar banda ancha no se produciría de la noche a la mañana llegó cuando las compañías reconocieron que los costos de tender un sistema de banda ancha eran mayores de lo que habían supuesto y que habrá muy pocas aplicaciones para ella. Lo que es igual de impórtame, el tremendo éxito de Interne! que comenzó en 1995 demostró que millones de personas utilizarían con entusiasmo redes interactivas de banda ancha para tareas realizables con computadoras personales. Como dije en el prólogo, la repentina popularidad de la Internet me sorprendió. Mis errores consistieron en subestimar cuanta gente estaba dispuesta a utilizar una red relativamente lenta y la frenética generación de contenido para Internet que se produciría. La Internet estaba plagada de problemas, desde la dificultad para establecer conexiones hasta su falta de seguridad y privacidad. Sin embarco, a finales de 1995 costaba claro que la Internet estaba alcanzando la masa crítica, generando una espiral de éxito positiva incluso mayor de la que tuvo la PC original. Ahora, cada nuevo usuario de Internet aprovecha al máximo para crear contenido nuevo y, a su vez. Más contenido atrae más usuarios. El éxito repentino de Internet es un testimonio impresióname de la naturaleza irresistible de las redes interactivas, y una línea divisoria que ha transformado las expectativas de futuro de todo el mundo.
Cuando se puso en boga el término «autopista de la in formación», en la primavera de 1993. Muchas empresas supusieron que la revolución de las comunicaciones despegaría con la televisión interactiva. Todo el mundo pensó que las aplicaciones de video serían el trampolín de lanzamiento al éxito comercial de las redes digitales. El televisor parecía ser el dispositivo obvio para dar servicios iniciales porque era más barato, más común y más fácil de usar que las computadoras personales. La mayor parle de las propuestas para llevar la interactividad a las casas se centraban en el envío de vídeo, lo que no es sorprendente, porque el vídeo bajo demanda se inspira en el gran numero de películas y de programas de televisión que ya están disponibles y es una aplicación relativamente fácil de poner en práctica. Las empresas de cable y de teléfono se apresuraron a efectuar ensayos de televisión interactiva, tanto para aprender del mercado como para demostrar al mundo que estaban situadas en el filo del Próximo Gran Suceso de la humanidad. Algunos de estos ensayos demostraron ser improductivos desde el punto de vista de la tecnología.
En uno de ellos, por ejemplo, cuando en una casa pedían una película atrasada, las escenas eran casi cómicas: se cargaba a mano una cinta en un aparato de vídeo en la sede de la empresa de cable y se pasaba para beneficio de ese cliente único en toda la ciudad. Esto puede haber proporcionado una buena información desde el punto de vista del marketing, pero no era la autopista de la información.
En Microsoft estuvimos de acuerdo con la clásica idea de que el video bajo demanda era necesariamente una aplicación estrella para las conexiones de banda ancha. Creímos que si la red quería triunfar tenía que esta: disponible desde el principio una amplia gama de aplicaciones, y nos pusimos a crear una plataforma de software que soportaría miríadas de aplicaciones y a fabricarlas nosotros mismos. En otras palabras, traíamos de hacer lo que habíamos hecho con Windows: crear una plataforma de software y una colección de aplicaciones claves que ayudarían a dar valor a la plataforma. No nos lanzamos a hacer pruebas, y ello llevó a algunos periodistas a decir que nos estábamos quedando rezagados en la carrera para construir la autopista. En realidad, estábamos preocupados.
Estábamos atareados construyendo una arquitectura amplia para respaldar una red plenamente definida. Consideramos que la mayor parte de las pruebas tempranas eran ejercicios de relaciones públicas, distracciones más que oportunidades. Y no quisimos enfrascarnos en una prueba hasta que no tuviéramos algo real para probar.
Algunas empresas no veían que el software de la computadora personal tuviese papel alguno que desempeñar en el mercado interactivo. Nosotros pujábamos por una fuerte compatibilidad y sinergia entre la PC y el televisor, y creíamos que las redes informáticas corporativas y la gran red interactiva convergerían con el tiempo, y que conducirían a una arquitectura común para el intercambio de información digital.
Mientras lanío, toda la industria comenzó a luchar con el fin de justificar las inversiones que habría que realizar para llevar la red de banda ancha hasta decenas de millones de hogares en sólo unos años. El costo de conectar un televisor o una computadora personal en una casa de Estados Unidos a una red de banda ancha se estimó en unos 1200 dólares, con un margen por exceso o defecto de alrededor de 2ÜO dólares. Ese precio incluía llevar la fibra óptica hasta el barrio, los servidores, los conectores y la electrónica en e] hogar. Con unos 100 millones de hogares en Estados Unidos, significaba unos 120 mil millones de dólares sólo en un país. Las empresas que habían planificado inversiones agresivas comenzaron a preocuparse por saber cuánto pagaría la gente por los servicios interactivos.
Se dieron cuenta de que se necesitarían nuevos servicios para genera tantos ingresos, como la televisión por cable, y que las aplicaciones de entretenimiento no serían suficientes por sí solas. Estudios de mercado sugirieron que el vídeo bajo demanda podía generar sólo algo más de beneficio que los sistemas más sencillos y baratos que se limitaban a pasar películas populares con frecuencia. Estas noticias hicieron más difícil justificar la construcción acelerada de nuevas y costosas infraestructuras.
Yo pensé que la solución vendría de aplicaciones innovadoras nuevas.
Cuando nos reunimos para debatir qué íbamos a fabricar para la autopista, pregunté: «¿Qué estamos haciendo en el campo de la medicina? ¿Qué estamos haciendo en el del transpone? ¿Qué estamos haciendo en educación? ¿Nos estamos engañando? ¿Provocarán entusiasmo estas aplicaciones? ¿Cómo vamos a conseguir desarrollar lodo el material que necesitamos?». Sabíamos que tendría que haber muchas empresas construyendo también estas aplicaciones. Sin embargo, sin la red era difícil hacer que otras empresas invirtieran.
Una vez que la industria constató que a corto plazo no se generarían los beneficios suficientes para justificar las costosas conexiones de banda ancha que se habían prometido, se cancelaron o reajustaron la mayor parte de las más de cuarenta pruebas de tecnología interactiva. Entre las experiencias de banda ancha bidireccional que se pusieron en marcha estaban las de Time-Warner en Orlando. Florida. Bell Atlantic. Cerca de Washington. D.C, y una de la más importante empresa de telecomunicaciones japonesas, NTT en Yokosuka. Japón. Microsoft y NEC fueron socios en el proyecto japonés.
Si una red de banda ancha era demasiado cara. ¿Por qué no plantearse la banda de ancho medio como un paso en esta evolución? Incluso aunque esto eliminaría una aplicación como la del vídeo bajo demanda, tecnologías como la RDSI (Red Digital de Servicios Integrados) y la ADSL (Asymmetrical Digital Subscriber Line) podrían proporcionar servicios de datos con un ancho de banda medio (con calidad de vídeo sólo regular) por los cables existentes, ahorrando una gran cantidad de dinero. Pero la industria no estaba segura todavía de que un público que se suponía deseaba el vídeo primero y ante todo. Iba a contentarse con conexiones de red que proporcionasen un vídeo subestándar. Seguíamos necesitando aplicaciones incluso aunque los costos fueran menores. La revolución interactiva parecía estar atascada.
Después, casi de la noche a la mañana, la Internet desveló las dudas que se cernían sobre la industria. Quedó claro que la red interactiva se construiría primero en torno a la computadora personal y después en torno al televisor, que incluso llegaría a ser parecido a la PC. Habría sinergias entre la PC con sus bien establecidos entornos de autor y de contenido y el entorno de televisión interactiva final. Quedó claro también que la red pública (la llamada autopista) y las redes corporativas serían similares e interactuarían entre si. Finalmente, la industria comprobó que la gente estaba dispuesta a pagar por la conexión.
Quedó claro que el contenido interactivo primitivo no se centraría tanto en el entretenimiento en vídeo variado como en aplicaciones de información y comerciales, los tipos de contenido que tienen mejores resultados en banda estrecha pero que llenen mejores resultados en banda media. De repente, las conexiones de ancho de banda media tenían un gran futuro y los servicios de banda ancha pretendidos para el suministro de vídeo se habían quedado en algún lugar del horizonte.
La Internet es una colección deshilvanada de redes de computadoras comerciales y no comerciales interconectadas. Las redes que la componen están unidas entre sí por líneas de telecomunicación y por sus dependencias compartidas de protocolos (reglas) estándares de comunicación.
Esta estructura descentralizada adquiere sentido cuando consideramos el origen de la Internet, La red Internet es el resultado de una red gubernamental llamada ARPANET que creó en 1969 el Departamento de Defensa de Estados Unidos, de manera que los proveedores e investigadores de la defensa pudieran continuar comunicándose después de un ataque nuclear. En lugar de tratar de fortalecer la red contra las armas nucleares, los diseñadores de ARPANET decidieron hacerla resísteme distribuyendo los recursos de modo totalmente descentralizado, de manera que la destrucción de una parte cualquiera de la red. O incluso de la mayor parte de ella, no detuviese el flujo global de información. La red encontró acogida rápidamente entre los científicos informáticos y los ingenieros en la industria y en las universidades, y se convirtió en un enlace vital de comunicación entre colaboradores remotos. Era prácticamente desconocida para los extraños.
Como la red Internet se originó en el entorno de la ciencia informática y no en un enlomo comercial, siempre ha sido un imán para los piratas informáticos, algunos de los cuales han utilizado su talento para penetrar los sistemas. De hecho, fue un pirata informático el primero en conseguir que muchas personas en Estados Unidos se dieran cuenta de que Internet existía. El 2 de noviembre de 1988 comenzaron a ralentizarse miles de computadoras conectadas a Internet. Muchas acabaron terminando por pararse temporalmente. No se destruyó ningún dato, pero se perdieron millones de dólares en tiempo informático, mientras que los administradores de los sistemas luchaban por recuperar el control de sus máquinas. La causa resultó ser un travieso programa informático llamado «gusano» (worm) que se iba extendiendo de una computadora a otra de la red. Reproduciéndose a medida que se desplazaba. (Se le denominó gusano en vez de virus porque no infectó oíros programas). El gusano utilizó una «puerta trasera» desapercibida en el software del sistema para acceder directamente a la memoria de las computadoras que atacaba. Allí se escondió y pasó información engañosa, lo que hizo más difícil detectarlo y contraatacarlo. Transcurridos unos días, el New York Times identificó al pirata informático como Roben Morris hijo. En estudiante de 23 años de la Comell University. Morris declaró más larde que había diseñado y soltado al gusano para ver a cuántas computadoras llegaba, pero que un error en su programación había originado que el gusano se reprodujera mucho más rápidamente de lo que había esperado. Morris fue declarado culpable de violar la Computer Fraud and Abuse Act de 1986 lo que constituía un delito federal, condenado a tres años de libertad condicional, a pagar una multa de 10.000 dólares y a 400 horas de servicio comunitario.
En 1989. Cuando el gobierno de los Estados Unidos decidió dejar de subvencionar la ARPANET, los usuarios que dependían de la red planificaron una sucesora que se denominaría Internet. La palabra vino a significar tanto la red en sí misma como los protocolos que dirigían la comunicación a través de la red. Un significado dual que ha sido una fuente de confusión desde entonces. Incluso cuando se convirtió en un servicio comercial, los primeros clientes de Internet fueron principalmente organizaciones de investigación, empresas informáticas, científicos y estudiantes universitarios que la utilizaron para intercambiar correo electrónico.
Fue hasta hace pocos años que la red Internet se convirtió en la columna vertebral que conecta todos los diferentes sistemas de correo electrónico del mundo. Hoy cualquier persona puede enviar a otra un mensaje por Internet tanto para cuestiones de negocio como para lemas de información o simplemente por diversión. Estudiantes de todo el mundo se envían mensajes entre sí. Los introvertidos pueden llevar una animada vida social con amigos que nunca hubieran podido conocer, o con quienes no hubieran podido reunirse. Corresponsales que podían estar incómodos si se hablaran personalmente, consiguen conocerse a través de la red. A medida que el ancho de banda se incremente y que los procesadores informáticos sean más rápidos, las comunicaciones por red incluirán más vídeo, lo cual. Afortunada o desgraciadamente acabará con la ceguera respecto a atributos sociales, raciales y de género que sólo permite intercambios de Texto.
En torno al correo electrónico han nacido todo un vocabulario y una Cultura. Algunas personas atacan a otras deliberadamente, una práctica conocida como flamig. Pero los usuarios del correo electrónico de los primeros días se encontraban a veces con que un comentario humorístico se podía confundir con un ataque. Se desarrollaron emoticonos. Pequeñas variaciones en los caracteres de imprenta convencionales para hacer inconfundibles las intenciones humorísticas de los escritores de correo electrónico. Si queremos que una frase termine con una sonrisa para hacer ver que hablamos de forma humorística, podemos añadir un signo de dos puntos, un guión y un paréntesis :-) que, visto con la página de lado, es como una cara sonriente. Podemos escribir, «no estoy seguro de que esto sea una gran idea :-)». La cara sonriente muestra que nuestras palabras tienen una intención humorística. Utilizando el paréntesis opuesto, la cara sonriente se torna en un gesto fruncido :-(, una expresión cómica de desacuerdo. Al igual que las cegueras sociales. Raciales y de género, estos medio primos del signo de exclamación puede que no sobrevivan a la transición del correo electrónico como un medio que facilita la incorporación de audio y video en los mensajes.
Cuando le envío a usted un mensaje por correo electrónico, éste se transmite desde mi computadora al servidor que tiene mi «hurón», y desde aquí, pasa directa o indirectamente por cualquier otro servidor que almacene su buzón. Cuando se conecte a su servidor, a través de la red telefónica o de una red informática corporativa. Usted puede recuperar («bajar») los contenidos de su buzón, incluido mi mensaje. Podemos teclear un mensaje una vez y enviarlo a una persona o a veinticinco, o podemos ponerlo en un «tablero u boletín de noticias».
El homónimo electrónico del tablero de notas de corcho es el lugar en que se depositan los mensajes para que cualquiera los pueda leer. Cuando las personas contestan a los mensajes se entablan conversaciones públicas.
Estos intercambios son generalmente asíncronos. Los tableros de noticias generalmente se organizan por temas con el fin de servir a comunidades de intereses específicos. Esto les convierte en un modo electivo de llegar a los grupos pretendidos. Los servicios comerciales ofrecen tableros de noticias para pilotos, periodistas, profesores y muchas otras comunidades pequeñas. En la red Internet, los a menudo desconocidos e inmoderados tableros de noticias, llamados USENET news groups o grupos de noticias USENET. Han estado funcionando durante 20 años. Miles de comunidades están dedicadas a temas tan específicos como la cafeína (alt.drugs.caffeine). Ronald Reagan (alt.fan.ronald-reagan) y el folclor urbano (alt.folklore.urban). Usted puede ver lodos los mensajes sobre un tema. O sólo los mensajes recientes, o todos los mensajes procedentes de una persona determinada, o lodos los que respondan a otro mensaje particular, o los que contengan una palabra específica en su encabezamiento, etc.
La aplicación más popular de Internet es la Web browsing. Navegación en la red. La Worid Wide Web es una red de servidores conectados a la Internet que ofrecen páginas de información que contienen texto, gráficos. Sonidos y programas. Cuando nos conectamos a un servidor Web, aparece una pantalla (o página) inicial con información que contiene un cierto número de enlaces. Al activar un enlace con el ratón se nos traslada a oirá página que contiene información adicional y, posiblemente, otros enlaces. Esta página puede estar almacenada en el mismo servidor que la primera o en cualquier otro servidor conectado a Internet.
A la página principal del sitio Web de una empresa o de un individuo se le llama «página de bienvenida (home page)». Cuando creamos una página de bienvenida, los usuarios de Internet pueden encontrarla tecleando la dirección (llamada también Localizador Uniforme de Recursos. Uniform Resource Locator o simplemente URL). O también pulsando con el ratón en un enlace hacia la dirección. En los anuncios de prensa y de televisión comenzamos a ver la dirección de una página de bienvenida además del número de teléfono de la empresa. Un anuncio de la Boeing, por ejemplo, podría incluir la dirección http://www.boeing.com» que es la URL de esa compañía.
El software para crear un sitio en la Web es muy barato, y hay para casi todas las computadoras. También el software para navegar en la Web está disponible gratis para casi todas las máquinas. Los sistemas operativos para las PC están empezando a integrar búsquedas en la Web. Y muchas aplicaciones de las PC disponibles capacitan a los usuarios tanto para leer como para escribir páginas Web.
Ahora que la red Internet se está beneficiando de un ciclo de retroalimentación positiva, se ha establecido a sí misma como un canal de distribución importante, así como un foro muy interesante para la innovación, Muchas predicciones tempranas sobre libros e «hipertexto».
Formuladas hace décadas, por pioneros como Ted Nelson y Vannevar Bush están haciéndose realidad en la Web.
Literalmente, todos los días surge algún desarrollo de Internet nuevo e interesante. El ritmo de evolución es tan rápido que una descripción de la Internet de hace un año. E incluso de hace seis meses, podría quedar ahora seriamente caduca. Es difícil mantenerse al corriente en algo tan dinámico. La mayor parte de la cultura de Internet de mediados de los anos noventa parecerá tan pintoresca cuando se la contemple dentro de un tiempo como nos parecen hoy día las historias de los trenes de carga y de los pioneros en la Ruta de Oregón.
Continuando con la metáfora de la autopista la Rula de Oregón podría haber sido incluso una buena analogía para Internet, entre 1941 y los primeros años de la década de los sesenta del siglo XIX más de 300.000 pioneros salieron en caravanas desde Independence. Missouri, para efectuar un peligroso viaje de 2000 millas por un territorio salvaje hacia los campos de Oregón o las minas de oro de California. Se estima que unos 20.000 sucumbieron ante los merodeadores, el cólera, las hambrunas o desorientados. Podríamos afirmar fácilmente que la rula que cogieron, la Ruta de Oregón. Fue el comienzo del actual sistema de autopistas Interestatales. Cruzaba muchas fronteras y permitía el tráfico en doble sentido para quienes fueran en vehículos de ruedas. La moderna Interestatal 84 y otras autopistas siguen la Ruta de los pioneros durante muy buena parte de su recorrido. Pero la Ruta de Oregón y la Interestatal no pueden compararse. En esta última. El cólera y la hambruna no constituyen problema alguno. Como tampoco los conductores que se pegan al de delante de los que van borrachos fueron un problema para los viajeros de las caravanas. Aunque puede que lo fueran los vaqueros ebrios.
El camino marcado por la Internet conduce hacia la autopista de la Información. La red primitiva ha sido, en gran parte, precursora de la red Interactiva de banda ancha, del mismo modo que la Altair 8800 fue una precursora de la moderna computadora personal. La Altair. Aquella pequeña computadora para la que Paúl Allen y yo escribimos el primer software para microcomputadora de propósito general, era lenta, primitiva y muy difícil de usar. Pero tuvo posibilidades seductoras para un reducido, aun que entusiasta, grupo de personas. La red Internet, comparada con la red interactiva de banda ancha que veremos dentro de unos años. Ha sido lenta, primitiva y difícil de usar. Pero está mejorando incluso con más rapidez que la PC, y promete ser tan importante como ella. La popularidad emergente de la Internet constituye ya el desarrollo singular más importante en el mundo de la informática desde que se introdujera en 1981 la PC de IBM. La comparación con la PC es adecuada también por otras razones, La PC no era perfecta: algunos aspectos eran arbitrarios e incluso inferiores tecnológicamente. A pesar de sus defectos, su popularidad creció hasta el punto de que se convirtió en el hardware estándar para desarrollar aplicaciones, Las empresas que trataron de luchar contra el estándar de la PC a menudo tuvieron buenas razones para ello. Pero sus esfuerzos fracasaron porque muchas otras compañías habían invertido para continuar mejorándola.
Las lecciones de la industria de la computadora personal no se han echado al olvido en empresas como Microsoft y Netscape, que están trabajando, Juntas y en competencia, para definir estándares que ayudarán a superar las limitaciones de Internet. Netscape y Microsoft son dos de las empresas que están proporcionando componentes de la plataforma de software para las redes interactivas. Todos estamos apresurándonos para adoptar y ampliar los estándares existentes.
El éxito de Internet ha centrado los esfuerzos de lodos por mejorar sus estándares. En 1994. Microsoft iba a construir su propia plataforma de software para las redes interactivas, ATT iba a construir su propia plataforma, lo mismo que IBM y Oracle. Cada una de ellas iba a ser una solución completa y adaptada a las fortalezas e intereses de la empresa que la creaba. Los operadores de red (las empresas telefónicas y de televisión por cable, por ejemplo) elegirían una plataforma para sus clientes. La industria planearía modos de permitir a los bits moverse entre los diferentes sistemas creando un limitado grado de compatibilidad.
Sin embargo, ahora está claro que habrá sólo una plataforma de software primaria, un descendiente evolucionado de la red Internet actual.
Esta plataforma será el estándar no solo en las redes publicas de todo el mundo, sino también en las redes corporativas (intranets), que sirven a los empleados pero restringen el acceso de todo el que esté fuera del «cortafuegos» electrónico de la red corporativa. La competencia principal ya no se da entre diferentes plataformas de software, sino que se trata más bien de una competencia para hacer evolucionar más la Internet, Esto constituye un cambio significativo y ha motivado un gran numero de las modificaciones efectuadas entre la primera y la segunda ediciones de este libro.
El enfoque revolucionario no se desvanecerá por completo. Al menos es probable que se desarrollen unas cuantas redes de banda ancha que no serán superestereotipos de la red Internet. Algunos gobiernos, incluidos los de Hong Kong y Singapur, pueden ordenar y patrocinar iniciativas independientes, por ejemplo. Estos esfuerzos serán positivos porque animarán la experimentación con aplicaciones e interfaces, Pero la mayor parle del trabajo y del progreso se efectuarán sobre la plataforma Internet.
La base del software de Internet es sólida. El protocolo TCP/IP que gestiona las transmisiones soporta muy bien la informática distribuida y las escalas. Los protocolos que definen la navegación en la Web son sencillos y han permitido a los servidores gestionar grandes cantidades de tráfico. Pero a pesar de estos buenos cimientos, todavía queda por hacer un gran trabajo antes de que se complete la plataforma de software, la cual debe evolucionar hasta el punto de ofrecer navegación y seguridad de primera clase, capacidades de colaboración en grupo, servicios de facturación y contabilidad, y conexiones a componentes de software arbitrarios. La plataforma debe definir estándares para que los usuarios puedan expresar sus preferencias y transmitirlas entre las aplicaciones, sin problemas.
Para alcanzar su pleno potencial, la Internet necesita capacidad de reservar ancho de banda con una calidad de servicio garantizada. El ATM se utilizará como la tecnología de base porque aporta con su diseño garantías de calidad de servicio, aunque hay protocolos de calidad de servicio que no requieren ATM, con cualquiera de ellos, un usuario que pueda reservar ancho de banda entre dos punios de la red conseguirá una Huida entrega de contenido tal como audio y vídeo en tiempo real. Las garantías de calidad de servicio son un avance necesario si queremos que triunfen aplicaciones como la videoconferencia o el vídeo bajo demanda, aunque éstas robarán a la Internet un poco más de su desvanecida inocencia al introducir el pago en su gestión de tráfico. Con toda probabilidad, la gente tendrá que pagar una pequeña cantidad por toda comunicación que tenga garantizada una calidad de servicio. Si no se introduce alguna forma de precio diferencial, todos podrían exigir calidad de servicio garantizada para todas las comunicaciones. La red Internet no puede reservar ancho de banda para todos los mensajes (ocurre simplemente que eso no funcionará) de manera que tiene que haber algún modo de cobrar a los usuarios un cargo extra por garantizar el rendimiento. Ahora la red Internet es como un restaurante que no acepta reservas. Si queremos que nos sirvan, tenemos que aceptar lo que haya, confiando en que los demás estén en la misma situación y que no estemos en desventaja cuando se llegue a conseguir un servicio rápido. No obstante, como la red Internet de mañana aceptará reservas pagadas, el único servicio que obtendremos sin reserva será aquel que pueda proporcionar el ancho de banda que no hayamos reservado. Cuando utilicemos una conexión de voz, utilizaremos una conexión de calidad de servicio. El costo extra mensual por la utilización de voz será muy pequeño porque las conexiones de audio no requieren mucho ancho de banda.
Hasta ahora cuesta muy poco utilizar la red Internet, excepto en aquellos países en que su uso está sometido a grandes sobreprecios o en los que no hay la suficiente competencia entre los vendedores como para que bajen los precios. Por lo que hoy es a menudo un pago mensual fijo, la Internet proporciona a los clientes de Estados Unidos conexiones con servidores de lodo el mundo, facilitando el intercambio de correo electrónico, lemas de debate y otros datos. La gama de los intercambios va desde cortos mensajes de unas docenas de caracteres a transferencias multimillonarias en bytes de fotografías, software y otros tipos de dalos. Al usuario no le cuesta más pedir datos a un servidor que se encuentra a miles de kilómetros que a otro que esté a un kilómetro escaso de distancia. El modelo de precios bajos de Internet ha ocasionado ya serios perjuicios a la noción de que las comunicaciones han de pagarse en razón del tiempo y la distancia; exactamente lo mismo que la informática barata de la PC hizo con las tarifas por hora de tiempo informático compartido.
El modelo financiero que permite a Internet ser casi sospechosamente barata es una ampliación de un interesante precedente que se ha utilizado de forma limitada durante mucho tiempo. Cuando usamos un teléfono hoy, esperamos que se nos facture por tiempo y distancia, a menos que estemos telefoneando desde un área de llamada local gratuita. Pero los negocios que llaman mucho a un lugar remoto pueden evitar que se les cobre de acuerdo con el tiempo y la distancia, alquilando una línea telefónica de propósito especial dedicada a las llamadas entre los dos puntos. No hay cargos por tráfico en una línea alquilada. La tarifa mensual es la misma sin importar que se use mucho o poco.
La base de Internet está constituida por un ramillete de estas líneas alquiladas que se comunican por sistemas de conectores que encaminan datos. En Estados Unidos, las conexiones de larga distancia a Internet las proporcionan cinco empresas que alquilan líneas a las operadoras (carriers) de telecomunicaciones. Desde el desmembramiento de ATT en 1984, las tarifas de las líneas alquiladas se han hecho muy competitivas.
Como el volumen de tráfico de Internet es enorme, las cinco empresas facturan de acuerdo con las tarifas más bajas posibles, lo que se traduce en que transportan enormes cantidades de datos a precios muy reducidos.
Estas compañías trasladan sus bajas tarifas a empresas que se conectan a Internet, en forma de tarifas reducidas, generalmente fijas.
Por lo común, la tarifa se basa en la capacidad de la conexión. Una conexión de ancho de hunda relativamente alto, llamada «línea T-1». Puede costar unos 1,600 dólares mensuales. La tarifa cubre todo e) tráfico por Internet de una empresa, sea constante o no y tanto si se limita a unos cuantos kilómetros como si se extiende por toda la Tierra. Esta estructura de precios supone que una vez que un cliente tiene conexión con Internet, no se originan costos extra por la ampliación de su utilización lo cual, por supuesto, incita a u uso.
La suma de las tarifas que pagan todos los usuarios financia a Internet sin necesidad de subsidios gubernamentales.
La mayor parte de las personas no pueden permitirse alquilar una línea Tl. Cuando se quieren conectar a Internet, se ponen en contacto con un proveedor de servicio en línea. Se trata de una empresa que paga una línea T-l u otro medio de conexión de alta velocidad a Internet. Los particulares utilizan sus líneas telefónicas regulares (de banda estrecha) para llamar al proveedor de servicio local y éste les conecta a Internet.
En 1994 y 1995, el precio mensual típico por la utilización de Internet en Estados Unidos era de 20 dólares, por los cuales un cliente podía conseguir 20 horas de uso primetime, es decir, a las horas en que más se utilizan las redes. En la primavera de 1996. ATT estaba entre las empresas que comenzaron a ofrecer una utilización ilimitada al mismo precio de 20 dólares, dando pruebas del advenimiento de un mercado muy competitivo de acceso a Internet por parle de los consumidores. Las grandes compañías telefónicas de todo el mundo están entrando en el negocio del acceso a la red. Empresas de servicio en línea como Compuserve y América Online incluyen hoy en sus cargos el acceso a Internet. La red Internet continuará mejorando a medida que se desarrolle en los próximos años sobre ella un autentico mercado de masas, beneficiándose del acceso fácil, de la amplia disponibilidad, de la facilidad de navegación y de la integración con servicios comerciales en línea.
Todo ello deja a las compañías telefónicas en una posición interesante.
Por una parte, pueden convertirse en las mayores proveedoras de acceso a Internet; por otra, esta última amenaza con acabar con gran parte del lucrativo negocio de larga distancia que mantiene a las compañías telefónicas actualmente. La utilización de Internet para llamadas de larga distancia a otros usuarios de Internet en cualquier parle del mundo se está extendiendo, a pesar de la poca calidad de la transmisión de voz.
Pero cuando la plataforma Internet incorpore garantías de calidad del servicio, la fidelidad tanto de audio como de vídeo bidireccional será impresionante.
Esto será muy importante para los consumidores, pero no todas las compañías telefónicas darán la bienvenida a la competencia. En marzo de 1996, un grupo comercial que representaba a más de 130 compañías telefónicas de pequeño y mediano tamaño pidió a la Comisión Federal de comunicaciones de Estados Unidos que regulara y gravara la venta de productos de software y de hardware que permitían a Internet dar servicios de larga distancia. Un informe de prensa del grupo, la America's Carriers Telecommunication Association, acusaba a Internet de establecer derivaciones paralelas a las operadoras locales de larga distancia e internacionales y permitir que se efectuaran llamadas a un costo prácticamente nulo. El comunicado advertía que ese tráfico saturaría la Internet.
Yo me alegré de que la Comisión Federal denegara la petición, pero no reprocho a las compañías telefónicas porque se sientan molestas. Se encuentran en una posición difícil. El gobierno de Estados Unidos, a través del proceso de regulación de tarifas, las ha llevado a perder dinero en algunos de los servicios locales que proporcionan. Han existido buenas razones históricas para regular las tarifas telefónicas, [al como el deseo de hacer que el teléfono sea un servicio al alcance de lodos, la doctrina del «servicio universal». Hasta ahora, a las compañías de teléfono de Estados Unidos les ha ido bien porque compensan las pérdidas con el amplio margen en las tarifas del servicio de larga distancia. Este servicio, a un precio mayor de lo que correspondía, ha subsidiado el servicio local prestado a menor costo. Pero en cuanto las llamadas telefónicas de larga distancia sean remplazadas por la nueva forma de comunicación a través de Internet, las compañías telefónicas perderán el subsidio para dar servicio local con pérdidas. Se trata de un asunto serio, pero sería un gran error regular las comunicaciones de Internet como si fueran comunicaciones telefónicas y no creo que ello vaya a ocurrir. Por una parte, sería difícil definir y detectar llamadas telefónicas entre los paquetes de dalos digitales que intercambia la gente.
Las compañías telefónicas tienen razón cuando dicen que el tráfico de Internet podría saturarla de vez en cuando a medida que se incremente, pero será un problema pasajero porque las inversiones que se efectúan en la infraestructura de Internet son muy elevadas y porque el ancho de banda que proporcionan las tecnologías de las comunicaciones se está incrementando muy de prisa. La demanda crecerá rápidamente, pero la capacidad lo hará aún más rápido. Será difícil conseguir el equilibrio y podrá haber periodos en los que los tiempos de respuesta de Internet sean lentos, pero ninguna barricada detendrá el florecimiento de la red.
Incluido su tráfico de voz.
Si la congestión se convierte en un gran problema, se puede tomar la solución de que lodos paguen una tarifa fija mayor. Otro enfoque es contabilizar el tiempo de utilización del sistema, la distancia a la que de transmiten los bits, el número de bits o cualquier otra cosa. Sin embargo, no hay una situación clara como consecuencia del gran numero de empresas que ofrecen conexiones a Internet. Con que sólo algunas de ellas adopten esquemas de precios que perjudiquen a los grandes usuarios, éstos emigrarán a compañías que no les penalicen y el tráfico total de Internet apenas si se verá afectado, si es que se aféela (se trata de un fenómeno llamado «selección adversa» que será familiar a cualquiera que trabaje en la industria del seguro: los clientes potenciales menos deseables tienden a ser aquellos que es más probable que firmen porque tienen relativamente más que ganar).
Internet puede cambiar el modo como pagamos o no por la información, de la misma forma que está cambiando la manera como pagamos por la comunicación. Hasta ahora, la mayor parte de inversión publicitaria en la Web se ha realizado por amor al arte o se ha tratado de un esfuerzo para apoyar la promoción de productos vendidos en el mundo no electrónico.
Pocos proveedores de contenido han cobrado directamente a los consumidores, aunque muchos de ellos están mirando hacia el futuro, al día en que descubran cómo conseguir que les paguen. Ha surgido una gran industria de contenido interactivo en la cual casi nadie gana dinero, hasta la fecha.
Algunos comentaristas piensan que la Internet ha puesto de manifiesto que la información será gratuita, o al menos en gran parte. Es cierto que una gran cantidad de información donada por usuarios, desde fotos de la NASA hasta tableros de notas, continuará siendo gratuita. Pero creo que gran parle de la información más atractiva, ya sean películas de Hollywood o bases de datos enciclopédicas, se producirán pensando en las utilidades.
Es difícil imaginar el desarrollo de Internet como medio de edición a menos que se pague a los proveedores de contenido por sus obras. Pero a corto plazo se producirán muchas desilusiones entre las empresas de contenido que luchan por mantener el equilibrio mediante suscripciones o anuncios. Los anunciantes suelen dudar antes de pasarse a un nuevo medio, y la Internet, desde luego, lo es. Algunas empresas de contenido están experimentando con una combinación de suscripción y de publicidad, pero muy pocas personas pagarán por un contenido que utilizarán gratuitamente, de manera que la base de suscriptores que una empresa de contenido puede ofrecer a los anunciantes es reducida, lo cual baja los precios de los anuncios y con ello los beneficios por publicidad del proveedor de contenido.
Otra de las razones para que cobrar por el contenido no funcione muy bien todavía es porque no resulta práctico ni cobrar ni pagar cantidades pequeñas. No es factible cobrar o pagar tres centavos por leer un artículo de periódico. Este inconveniente temporal desaparecerá a medida que Internet evolucione. Si decidimos visitar una página Web que cueste diez centavos, pagaremos el precio como parle de una factura mayor, de la misma manera que pagamos por la totalidad del servicio telefónico actualmente sobre una base mensual. Pienso que veremos ofrecer gran cantidad de contenido a precios muy bajos. Después de todo, incluso las propiedades de tres centavos pueden hacer dinero si las visitan suficientes personas.
Además de esta información sin costo, en la red Internet actual hay muchísimo software gratuito, alguno muy útil. A veces se trata de software comercial regalado dentro de una campaña de marketing. Otras veces, el software se ha escrito como proyecto de grado de un licenciado en un laboratorio subvencionado por el gobierno. Pero pienso que la aspiración del consumidor de obtener calidad, apoyo y amplitud en aplicaciones de software importantes hará que siga creciendo la demanda de software comercial. Ya muchos de los estudiantes y de los profesores universitarios que escribieron software gratuito en sus universidades se han puesto a hacer planes de negocios para montar empresas que proporcionarán versiones comerciales de su software, por no mencionar el mantenimiento y el apoyo al cliente.
Una de las áreas de desarrollo más apasionantes, la de las conexiones Inalámbricas bidireccionales a Internet, está destinada a seguir siendo de banda estrecha en un futuro previsible. El personal de la policía y de los servicios médicos puede pagar el ancho de banda suficiente para hacer que el vídeo móvil bidireccional sea práctico pero, para la mayor parte de las personas, el ancho de banda será considerablemente más limitado.
Los satélites envían ya corrientes de datos a las computadoras personales, pero el flujo de dalos se produce principalmente en un sentido. Las redes inalámbricas para la comunicación móvil crecerán a partir de los sistemas de telefonía celular actuales y los servicios telefónicos inalámbricos alternativos llamados PCs.
Cuando nos encontramos en mitad de un camino y deseamos obtener información de nuestra computadora casera o de la de la oficina, nuestro dispositivo de información portátil conectará con la parte inalámbrica de la autopista y un conector transferirá la conexión a laparte cableada, la cual conectará el dispositivo a la computadora o servidor en nuestra casa o nuestra oficina y nos proporcionará la información requerida.
Habrá también tipos de redes inalámbricas [ocales y menos costosas en las oficinas y en la mayor parte de los hogares. Estas redes nos capacitaran para conectarnos a la autopista o a nuestro propio sistema informático sin pagar por el tiempo, dado que estamos dentro de una determinada área geográfica. Las redes inalámbricas locales utilizarán tecnología diferente de la de las redes inalámbricas de área extensa. Sin embargo, un dispositivo de información portátil seleccionará automáticamente la red inalámbrica menos costosa a la que pueda conectarse, de manera que el usuario no será consciente de las distinciones tecnológicas.
Otra importante tecnología que funcionará en una red de banda estrecha es el compartimiento de una pantalla o de una ventana de una pantalla, de manera que pueda ser contemplada por dos o más personas en localidades diferentes. Las versiones preliminares de este tipo de capacidad están ya construidas en los buscadores Web, y algunos módems soportan la transmisión simultánea de voz y de datos sobre una línea telefónica sencilla. Si está haciendo planes de viaje y usted y su agente de viajes tienen PC equipados con un modem apropiado, la agencia podría mostrarle fotos de cada uno de los diferentes hoteles que esté considerando o presentarle una relación para que pueda comparar precios, SÍ llama a una amiga para preguntarle cómo se va a su casa y ambos tienen las PC conectadas a las líneas telefónicas, durante la conversación ella podrá transmitirle un plano que pueden comentar conjuntamente c incluso hacer anotaciones en él de forma interactiva.
Una conexión de banda media multiplica casi por ocho, en promedio, la capacidad de la banda estrecha de un módem convencional. Con una conexión de ancho de banda medio, las imágenes se muestran en la pantalla muy rápidamente y podemos incluso comenzar a utilizar vídeo de baja calidad, especialmente si está en una ventana pequeña de la pantalla de nuestra PC. E! ancho de banda adicional marca una diferencia en la experiencia de utilización de la Web.
Las compañías telefónicas están proporcionando ya a los hogares conexiones de ancho de banda medio, enviando señales digitales en vez de analógicas. Se utiliza el cableado convencional, pero los conectores que encaminan la información difieren de los que se usan en lo que la industria llama POTS («Plain Oíd Telephone Service») .
E] enfoque principal de las compañías telefónicas es utilizar la RDS1 (Red Digital de Servicios Integrados), que transfiere voz y datos a partir de 64.000 ó 128.000 bits por segundo. El vídeo en movimiento puede transmitirse mediante líneas RDSI, pero la calidad es mediocre en el mejor de los casos, no tan buena como para ver una película, y apenas satisfactoria para la videoconferencia rutinaria, aunque la calidad de la videoconferencia mejora cuando se utilizan simultáneamente múltiples circuitos RDSI.
Cientos de empleados de Microsoft utilizan la RDSI todos los días para conectar sus computadoras caseras a nuestra red corporativa. La RDSI se inventó hace más de una década pero, sin la demanda generada por las aplicaciones de la PC, casi nadie la necesitaba. Es digno de resallar que las compañías telefónicas invirtieron enormes sumas en conectores para manjar la RDSI con una idea muy leve de la forma como se iba a utilizar.
La buena noticia es que la PC acabará por originar una demanda explosiva de RDSI. Una tarjeta adicional para PC que soporte RDSI costaba al principio 500 dólares, pero el precio bajaría a menos de 200 dólares en los años siguientes. Los costos de la línea varían de acuerdo con el lugar, pero generalmente ascienden a unos 50 dólares al mes en Estados Unidos, Yo espero que este precio bajará a menos de 20 dólares, que no es mucho más de lo que cuesta una conexión telefónica regular.
Un inconveniente de la RDSI desde el punto de visita de las compañías telefónicas es que una línea RDSI inmoviliza recursos en la red de voz convencional. Otra nueva tecnología de ancho de banda medio, cuya importancia crecerá a lo largo de lo que queda de la década, no tiene esta desventaja. La ADSL (Asiymmetrical Digital Subscriber Line) desvía totalmente la red de voz. Utiliza el hilo telefónico convencional para conectar a una computadora personal con la oficina central de una compañía telefónica, desde donde se enrula hacia la Internet.
Pero la desviación de la red de voz no es el punto de venta real de la ADSL. Lo que la hace tan interesante es que ofrece considerablemente más ancho de banda que la RDSI a los hogares, aunque no siempre sale de ellos. La ADSL puede llevar al hogar al menos 1,5 millones de bits por segundo, tanto como las líneas T-l que conectan a muchas empresas a Internet. Por desgracia, la tasa de dalos de salida del hogar, la tasa del «canal de retorno», puede ser tan lenta como 64 Kbits por segundo, velocidad muy superior a la de un módem convencional pero no lo suficientemente rápida para una recepción agradable de video bidireccional. Afortunadamente, la tecnología ADSL está mejorando y espero que muchos hogares podrán enviar datos a la red a 600 Kbits por segundo, una velocidad de canal de retorno lo suficientemente rápida como para proporcionar una calidad de videoconferencia razonable.
La ADSL proporcionará también velocidades más alias al hogar: hasta 6.2 millones de bits por segundo, y a veces más, pero sólo cuando la distancia entre la oficina telefónica central y la PC sea menor de dos millas.
La ADSL se diseño hace unos cuantos años como respuesta de las compañías telefónicas a la amenaza de la televisión interactiva que habían prometido las compañías de cable rivales. La ADSL será un medio excelente para acceder a Internet. Las páginas Web ricas en gráficos aparecerán en la pantalla casi instantáneamente. El precio de los módems ADSL bajará a menos de 300 dólares cuando se vuelvan populares.
Las compañías telefónicas no son las únicas participantes con la motivación y la tecnología suficientes para conectar a los clientes a Internet, a velocidades más altas. Las compañías de cable intentan utilizar sus redes de cable coaxial para conectar las PC a Internet, así como para competir con las compañías telefónicas para dar servicio telefónico local.
Los cables coaxiales del tipo que conecta el televisor a un aparato de video tienen mucho más ancho de banda potencial que los hilos telefónicos estándar. Sin embargo, buena parte de este enorme potencial se desperdicia porque los sistemas de televisión por cable no transmiten actualmente bits, ya que utilizan tecnología analógica para transmitir de 30 a 75 canales de vídeo. Las compañías de televisión por cable continuarán transmitiendo canales de televisión convencionales pero, con la adición de nuevos conectores que soportan transmisión de información digital, sus cables podrán transportar cientos de millones de bits de información por segundo.
Desde un punto de vista práctico, el ancho de banda que proporciona una compañía de cable a una casa particular no será tan amplio como podría parecer al principio, A diferencia de los cables de las compañías telefónicas que pueden llevar una señal específica a una casa específica, las señales de cable se emiten a un numero de 200 a 1000 hogares. Cuando la compañía telefónica utiliza la ADSL para llevar a un hogar concretó 1,5 millones de bits por segundo, lo hace para el uso exclusivo de ese hogar. Cuando la compañía de cable local emplea 6 MHz de ancho de banda para transmitir 27 millones de bits por segundo sobre una base compartida a una vecindad grande, todos los módems de cable compiten por un segmento del ancho de banda. De cualquier manera, lo que llega efectivamente al hogar es una conexión para Internet de ancho de banda medio. Las compañías telefónicas podrían incrementar el ancho de banda efectivo activando líneas telefónicas adicionales en los hogares, y las empresas de cable podrían hacerlo utilizando más de un canal de 6 MHz para la conexión a Internet o instalando otro cable de fibra en la vecindad.
Además de buscar modos de ofrecer servicio para Internet y servicio telefónico convencional, las compañías de cable darán otro paso intermedio consistente en incrementar entre cinco y diez veces el número de canales de radiodifusión que transportan. Conseguirán el ancho de banda que necesitan para este incremento expandiendo el uso de la fibra y utilizando la tecnología de compresión digital para eliminar información redundante en la corriente de dalos, incluyendo por tanto mas canales en cualquier ancho de banda disponible.
El hecho de tener 300 ó 500 canales nuevos hace casi posible el vídeo bajo demanda, aunque sólo para un limitado número de programas de televisión y películas. En lugar de seleccionar un canal numerado elegiríamos en una lista en la pantalla. Una película popular podría transmitirse en 20 de los canales, escalonando la hora de comienzo de manera que podríamos ver la película en un canal u otro dentro de cinco minutos o cuando quisiéramos. Elegiríamos entre las horas disponibles para películas y programas de televisión y el adaptador multimedia nos seleccionaría el canal adecuado. El CNN Headline News, noticiario de la CNN de media hora de duración (o quizás un programa de noticias de la MSNBC) se podrían ofrecer en seis canales en vez de en uno, de manera que a las 6:05, 6:10, 6:15, 6:20 y 6:25 se repitiese lo que había comenzado a las seis. Con esto tendríamos un programa nuevo cada media hora, al igual que ocurre actualmente. De este modo, cuando parte de la banda ancha este encauzada hacia Internet, podrá utilizarse muy rápidamente el equivalente a 500 canales de banda ancha.
Las empresas de cable se ven presionadas para añadir canales, en parte como reacción frente a la competencia. Los satélites de radiodifusión directa, como DIRECTV de Hughes Electronics, emiten cientos de canales a los hogares (y están empezando a emitir dalos a las PC también). Las empresas de cable desean incrementar la oferta de sus canales rápidamente para no perder clientes.
Si la única razón para tener una red interactiva fuese transmitir un numero limitado de películas, con o sin alguna conexión a Internet, podría bastar perfectamente un sistema de 500 canales. No obstante, un sistema así será, en su mayor parte, síncrono, ofrecerá posibilidades limitadas de elección y proporcionará sólo un canal de retorno lento, en el mejor de los casos. Un canal de retorno sobre un sistema de 500 canales podría permitirnos utilizar nuestro adaptador multimedia con el aparato de televisión para pedir productos o programas, contestar encuestas o preguntas de programas de juego y participar en ciertas clases de juegos con muchos participantes. Pero un canal de retorno de baja velocidad no puede ofrecer toda la flexibilidad e interactividad que requerirán muchas aplicaciones interesantes.
No me interpreten mal: tener 500 canales será más interesante que lo que tenemos hoy, y espero tenerlos. Si la compañía de cable puede proporcionar tanto ancho de banda medio para conexión a Internet como cientos de vídeos, eso sería incluso mejor; sin embargo, no será la autopista de la información de banda ancha. Ello no me permitirá mirar en el momento que yo quiera cualquier programa de televisión ya emitido o que se esté emitiendo. No me permitirá ir hacia adelante, hacer una pausa o rebobinar cualquiera de los miles de películas transportadas por la red a nuestra pantalla casera. No proporcionará el mundo de contenido educativo y de ocio interactivo que tiene el vídeo de alta calidad. No permitirá a sus padres disfrutar de una videoconferencia casera de alta calidad con sus amigos, hijos o nietos.
No está claro cuántos años tardarán millones de personas en tener conexión de banda ancha a Internet, Las líneas de fibra óptica y otras tecnologías que lo permitan irán llegando gradualmente a los barrios, a medida que las compañías telefónicas y las de televisión por cable mejoren sus sistemas. Pero tener parte o incluso toda la infraestructura en su sitio no es lo mismo que tener una red de banda ancha interactiva.
Se necesitan también aplicaciones y contenido. Millones de casas, apartamentos y condominios tendrán que ser conectados antes de que el mercado sea lo suficientemente grande como para justificar las inversiones que requiere el desarrollo de una amplia gama de contenido de banda ancha interactiva y aplicaciones dirigidas a los hogares.
Por fortuna, las piezas de hardware y de software de la red de banda ancha no tienen que venir juntas enseguida. La acogida dispensada por el público a la Internet nos proporciona un camino evolutivo. El creciente interés del publico por la banda ancha dirige ya la evolución. Las personas que utilizan Internet en casa reconocen que las limitaciones de ancho de banda son constrictivas. Perciben cuánto mejoraría la experiencia si las conexiones a la red fueran más rápidas. Las personas que tienen conexiones de un ancho de banda relativamente grande en sus oficinas o colegios, desean tener en casa conexiones de este tipo. Esta demanda está animando a las compañías de cable y telefónicas a invertir en accesos de ancho de banda medio a Internet pura sus clientes residenciales.
Las conexiones de banda ancha continuarán. La tecnología, las aplicaciones y el contenido serán mucho más o no consecuencia de las PC e Internet, y mucho menos de la televisión de lo que esperaban muchos hace unos años. Esta trayectoria evolutiva llene sentido y va a continuar.