La muerte de Halpin Frayser

Ambrose Bierce

Ambrose Bierce nació en 1838 en los Estados Unidos, cuando se estaba produciendo la gran «estampida» hacia el Oeste. Como poseía una personalidad muy sensible, le afectaban más que a nadie las injusticias sociales. Luego de participar en la Guerra Civil, le quedó el apodo del «Amargo» por el tono pesimista de sus escritos. Si como periodista había adquirido fama de ir contra corriente, en el momento que comenzó a publicar sus relatos, la mayoría de ellos centrados en temas de sangre y de muerte, comenzó a verse rodeado de un importante número de enemigos. Sin embargo, fueron más sus seguidores, gracias al descarnado estilo literario, sobre todo al tocar los argumentos relacionados con el Oeste de su país, dos de los cuales ofrecemos en nuestra Selección de Terror.

Singularmente, en Bierce se percibe un toque de humor, más que de ironía, que rodea su estilo de un gran realismo, propio de un observador que supo plasmar los sentimientos más turbios de sus contemporáneos. Toda su existencia estuvo rodeada de problemas. Se desconoce cómo murió en 1914, aunque se supone que debió ocurrir en México, donde llegó atraído por la Revolución. Desde entonces puede afirmarse que se convirtió en un personaje de leyenda, lo que para sus admiradores nos llena de satisfacción.