Agradecimientos
Estoy en deuda con los siguientes colegas por su consejo, ayuda o apoyo: el doctor Alfred Lerner, Dori Vakis, Robin Heck, el doctor Todd Dray, el doctor Robert Tull y la doctora Sandy Chun. Gracias también a Lynette Parker del East San Jose Community Law Center por asesorarme sobre los procedimientos de adopción, y al señor Daoud Wahab por compartir sus experiencias en Afganistán conmigo. Agradezco la tutela y el apoyo de mi querido amigo Tamim Ansary, y el ánimo y el intercambio de ideas de la pandilla del San Francisco Writers Workshop. Quiero dar las gracias a mi padre, mi amigo más antiguo y la inspiración de todo lo noble que hay en Baba; a mi madre, que rezó por mí e hizo nazr en todas las fases de la escritura de esta novela; y a mi tía, que me compraba libros cuando yo era joven. Gracias también a Ali, Sandy Daoud, Walid, Raya, Shalla, Zahra, Rob y Kader por leer mis historias. Asimismo quiero dar las gracias al doctor Kayoumy y a su mujer —mis otros padres— por su calidez y apoyo incondicional.
Debo dar las gracias a mi agente y amiga, Elaine Koster, por su sabiduría, paciencia y gentileza, así como a Cindy Spiegel, mi atenta y juiciosa editora, que me ayudó a abrir muchas de las puertas de este relato. Y también me gustaría dar las gracias a Susan Petersen Kennedy por arriesgarse con este libro, y al equipo de Riverhead por trabajar con él.
Por último, no sé cómo dar las gracias a mi maravillosa mujer, Roya —a cuya opinión soy adicto—, por su gracia y bondad, y por leer, releer y ayudarme a corregir todos los borradores de esta obra. Te querré siempre por tu paciencia y comprensión, Roya jan.