Epílogo

Vida y muerte

(Interior del bosque. Noche total. En primer plano el VAGABUNDO durmiendo.)

VAGABUNDO (Hablando en sueños): ¡Eh, General! (Se despierta.) Me he echado un sueño, ¿no? Carajo, tengo frío. Estoy enfermo…, tengo un temblor horrible. ¿Dónde estoy? No puedo verme las manos, está tan oscuro… ¿Quién habla? (Chillando.) ¡Eh! ¿Quién está hablando? Nada…, no hay nadie por ninguna parte. ¡Santo Dios! Qué miedo. ¿Dónde está el cielo? ¡No hay cielo! ¿Estaré muerto? Enfermo estoy de sobra. ¡Por los clavos de Cristo, un poco de luz, un rayito!

UNA VOZ: Espera, espera. La luz está llegando.

VAGABUNDO: Oigo voces por todas partes…, ¡voces!

VOZ de SOLDADO-HORMIGA: Estoy herido… tengo sed.

VOZ DE JEFE-HORMIGA: Ejército de ocupación, ¡avanzad!

VOZ DEL SR. ESCARABAJO: ¡Mi tesoro! ¿Dónde está mi tesorito?

VOZ DE UNA MARIPOSA: ¡Iris! ¡Iris!

VAGABUNDO: ¡Dadnos un poco de luz! ¡Me muero de miedo!

VOZ DEL GRILLO: Otro grillo vivió aquí hace mucho tiempo. ¡Cuidado, mucho cuidado!

VOZ DE LA MOSCA ICHNEUMON: ¡Ajá! ¡Los cacé!

VOZ DEL SOLDADO-HORMIGA: ¡Agua! ¡Agua!

VOZ DEL JEFE-HORMIGA: ¡Y cuidado con hacer prisioneros!

VOZ DE MARIPOSA: ¡Iris! ¡Iris!

VOZ DEL SR. ESCARABAJO: ¡Mi tesoro! ¡Mi pelotita! ¿Dónde está mi preciosa bolita?

VAGABUNDO: ¿Qué es esto? ¡Un pedernal! Si pudiera sacarle una chispa, sólo una, ¡una chispa de luz!

(Lo golpea contra otra piedra. Saltan chispas. Se ilumina el bosque)

¡A Dios gracias! ¡¡Luz!!

VOCES: ¡Huid! ¡Huid!

CRISÁLIDA: ¿Quién me llama? Ya voy, ¡ya voy!

(Música)

Mis alas empiezan a abrirse:

mi cubierta exterior a romperse…

VOCES DE MARIPOSAS NOCTURNAS (Que se acercan más y más rápidamente):

¡Dentro, dentro, dentro!, ¡alza el vuelo hasta el éxtasis, hasta el corazón de la luz!

CRISÁLIDA:

¡Para siempre viviré!

¡Por fin naceré!

(Grupo de MARIPOSAS NOCTURNAS que vuelan alrededor de la luz)

MARIPOSAS NOCTURNAS:

¡A dentro, a dentro, a dentro!, ¡alza el vuelo hasta el éxtasis, hasta el corazón de la luz!

VAGABUNDO: ¿Qué sois vosotras? ¿Mariposas? ¿Qué queréis? ¿Vida?

PRIMERA MARIPOSA (Separándose de las otras): ¡Ah! (Quieta.)

Avanzamos en la oscuridad

y volvemos a expirar.

Cada una es una chispa

de un fuego infinito…

(Cae muerta)

CORO: Y salir brillando de la fragua un momento, y perecer, es todo lo que deseamos.

VAGABUNDO: ¿Se ha muerto? Ella no quería morir.

SEGUNDA MARIPOSA (Separándose, etc.): ¡Ah…! (Quieta.)

Somos gotas de la cima

de una fuente que mana…

(Cae muerta)

TERCERA MARIPOSA (Separándose):

Bailamos sin descanso

y volvemos a las profundidades…

CORO: Porque la vida es eterna, y sale de la muerte donde tú crees que ella duerme.

TERCERA MARIPOSA:

La vida es eterna. No puede fallar.

¡Salve, la vida!…

(Cae muerta)

MARIPOSAS: ¡Salve! ¡Salve!

VAGABUNDO: Vida y muerte… parece que las dos son buenas si se las sabe tratar. Soy un viejo mariposón, sí que lo soy, pero bailaré contigo. ¡Salve la vida!

MARIPOSAS: ¡Salve! ¡Salve!

(Van cayendo muertas todas las MARIPOSAS)

VAGABUNDO: Mariposas, escarabajos, mariposas nocturnas y hombres… ¿por qué no podremos vivir felices los unos con los otros? El mundo es suficientemente grande, y la vida podría ser feliz para todos… si tuviéramos un poco de sentido.

MARIPOSAS: ¡Salve! ¡Salve!

CRISÁLIDA (Chillando): ¡Fuera de mi camino! ¡Mirad!

(Sale de su cáscara y aparece la MARIPOSA NOCTURNA)

VAGABUNDO: ¿Qué? ¿Tú aquí? ¿Has nacido de verdad?

CRISÁLIDA-MARIPOSA NOCTURNA (Girando): ¡Ah! (Se queda quieta.)

¡Oh luz! ¡Oh amor! ¡Oh éxtasis de ser!

¡La vida ha entrado en !

ULTIMAS MARIPOSAS: ¡Vida eterna! ¡Salve!

salve! (Caen muertas)

CRISÁLIDA-MARIPOSA NOCTURNA:

¡Escucha, oh cielo! ¡Tierra, presta oído!

Proclamaré aquí su misterio.

Resolveré todas las cosas.

Diré

el significado del mundo entero.

Escuchad bien… (Cae muerta)

VAGABUNDO (Arrodillándose ante la CRISÁLIDA muerta): Muerta. También ella está muerta. Pobre crisálida…, y con todas tus esperanzas. ¿Qué ibas tú a decir? Me maravilla. No parecen temer la muerte estos bichitos, no. Vida y muerte son un rapto para ellos. Es extraño. Pobrecillas…, todo ha terminado para ellas. ¿Pero, qué es esto? ¿Me ha llegado el turno a mí? Fuera de mi pecho, ¡maldita sea! No, no moriré. Ahora que acabo de aprender a vivir y a dejar vivir… Dios, qué mal me encuentro. ¿Me estaré muriendo? ¿Puede haberme llegado a mí? ¡Eh!, que me estás estrangulando. Ya sé quién eres, eres la Muerte. Quieres que desaparezca, ya lo sé.

(Entran dos CARACOLES)

PRIMER CARACOL: Alguien está haciendo ruido…

SEGUNDO CARACOL: Vuelve, vuelve.

VAGABUNDO: ¡Toma esa! ¿La notaste, eh? ¡Saca tu pata de encima de mí!… Yo sólo quiero vivir. No te daré mi vida, tu calavera pelada… Ohhh, un pie encima de mi cabeza. (Cae)

PRIMER CARACOL: Yo te decía, caracol…

SEGUNDO CARACOL: ¿Qué?

PRIMER CARACOL: Está luchando con la muerte.

SEGUNDO CARACOL: Echamos un vistazo, ¿te parece?

VAGABUNDO: Déjame vivir… a ti qué más te da. Sólo por esta vez… hasta mañana. Déjame respirar… basta, no me estrangules… no quiero morir… aún no he gozado de la vida… ni la mitad… (Cae)

PRIMER CARACOL: ¡Qué divertido, eh!

SEGUNDO CARACOL: Yo digo que…

PRIMER CARACOL: ¿Qué?

SEGUNDO CARACOL: Que ya no tiene nada que hacer.

VAGABUNDO: Estrangulas a un hombre cuando está vencido, ¿no, cobarde? Espera, basta, déjame que te cuente… lo único que quiero es otro momento de vida… déjame vivir… vete… tengo que decirte otra cosa… he aprendido a vivir.

PRIMER CARACOL: Bueno, ya ha terminado.

SEGUNDO CARACOL: Ay, querido, ¡qué desgracia! Cómo te echaremos de menos, amigo.

PRIMER CARACOL: ¿De qué estás hablando? Eso no tiene nada que ver con nosotros.

SEGUNDO CARACOL: Eso es lo que dice la gente cuando se muere alguien.

PRIMER CARACOL: Ah, sí. Bueno no nos vamos a pelear por eso.

SEGUNDO CARACOL: ¡No! ¡No! El mundo es así.

(Amanece. Los PÁJAROS se despiertan)

(Entra un LEÑADOR)

LEÑADOR (Cantando):

«Cuando iba a la ciudad

encontré una moneda…»

(Ve el cadáver del vagabundo) Pero… ¿qué es esto? Bebido, ¿no? ¡Ehh! Despierta, compañero. ¡Rediez!, está muerto. Pobre hombre… Bueno, después de todo ya no tendrá más preocupaciones.

(Entra una MUJER con un recién nacido) MUJER: Buenos días. ¿Qué es esto? ¿Qué pasa?

(Campanas de la iglesia) LEÑADOR: Está muerto.

MUJER: ¿Muerto? ¿Quién es?

LEÑADOR: Por el aspecto sólo un vagabundo.

MUJER: ¡Qué horror! También…, eso da mala suerte, sabe usted. Yo aquí llevando a bautizar el niño de mi hermana, y… ¡Uj!

LEÑADOR: Unos mueren y otros nacen, no tiene importancia, señora.

MUJER: Quiere decir algo malo.

LEÑADOR: ¿Qué es la muerte? Siempre hay gente suficiente. (Haciéndole gracias al niño.) ¡Ajito al nene, ajito al nene! ¡Ya crecerás y verás!

MUJER: Espero que lo pase mejor que nosotros, nada más. ¡Estos impuestos!

LEÑADOR: Trabajo y más trabajo. Eso es lo que tendrá que hacer.

(Voces de niños de escuela que se acercan)

MUJER: Aquí vienen las niñas camino de la escuela. Corre… cubre eso de prisa. Pobrecitas, que no lo vean.

(Entran las niñas. Cruzan en fila el escenario cantando):

Cuando iba a la ciudad

encontré una moneda de plata.

Me gastaré la mitad en

una tela escarlata.

Pero luego vi a mi amor

con un anillo de lata

alegre como una flor

y le di la moneda de plata.

(Mientras cantan una niñita le da una flor al bebé. Cuando los cantores han salido de escena la mujer la coge y la coloca sobre el cuerpo del VAGABUNDO.)

Telón