Presentación
Johann Wolfgang von Goethe fue uno de los más grandes escritores de todos los tiempos. Nació en Frankfurt (Alemania) en 1749 y murió en Weimar en 1830. Fue abogado, científico, político y, sobre todo, escritor. Hay quien opina que ha sido el hombre más inteligente de todos los tiempos. Fundó el movimiento romántico en literatura y su obra tuvo una gran influencia en escritores y artistas de su época. Las penas del joven Werther, Fausto o Poesía y verdad son algunas de sus obras más importantes.
Goethe siempre dio mucha importancia a los cuentos. De pequeño, su madre solía contarle cuentos por episodios. Cuando se interrumpía, el pequeño Goethe intervenía para cambiar la historia o decir cómo debía seguir. Así aprendió a contar él sus propios cuentos y a inventarlos sobre la marcha, lo que impresionaba a sus amigos y a sus mayores.
Algunas veces, pasados muchos años, Goethe escribía cuentos que recordaba haber inventado de niño. El nuevo Paris es uno de ellos. Lo inventó a los catorce años y lo escribió a los 62. Paris es un personaje de la mitología griega, un joven guapo y fuerte que tuvo que elegir entre tres diosas y eligió a Afrodita, que le premió con la hermosa Elena. En La Ilíada, se cuenta cómo Paris se escapó con Elena y la Guerra de Troya donde Paris murió. El título del cuento se inspira en él.
El protagonista nos cuenta dos sueños en los que se encuentra con todo tipo de cosas maravillosas: debe elegir entre tres mujercitas, como Paris en la mitología. Elige una que le encanta pero desaparece; visita después un misterioso jardín en el que encuentra las más variadas y sorprendentes cosas, incluida la mujercita encantadora y también una guerra en la que él manda un pequeño ejército. Su batalla con la hermosa Alerte terminará inesperadamente por culpa del mal carácter del protagonista… Goethe se inspiró en su propia infancia al escribir este cuento, en su ciudad natal, Frankfurt, y en su propio carácter, soñador pero a veces demasiado fuerte. El nuevo Paris nos cuenta historias en un paraíso al que es difícil llegar y del que es fácil que a uno le echen si no tiene cuidado, si no sabe controlar su carácter.
Este cuento, de la mano de las acuarelas de Esther Saura Múzquiz y de la traducción de Anna Tortajada —fiel al original pero que nos ayuda a leer a Goethe con ojos actuales— permitirá conocer al gran escritor a lectores de cualquier edad, y les servirá para entrar en la obra de este genio como por la puerta misteriosa del jardín del mal muro.