DIEZ
De: Virginia Cueto Villar. Editora «vive@edicionesplantel.es».
Fecha: 05/11/2012 13.21
Para: Mavi de la Vega «mavivega@artebook.org».
Mavi, ahora sí que me tienes preocupada… Hace más de dos meses que no sé de ti… ¿No has visto mis llamadas? ¿Por qué no me contestas al teléfono? ¿Por qué no respondes a los emails?
Te recuerdo que tienes pendiente la firma del próximo contrato y una reunión con el director general de la editorial. Y lo más importante: tenemos que hablar de la entrega del manuscrito de la nueva novela. ¿La has terminado? ¿Estás escribiendo?
Ya no es por el asunto profesional nada más. Me tienes muy preocupada personalmente, como amiga. ¿No habrás entrado en una depresión…? Dime algo, por favor.
P. D. ¿Y qué tal el viaje a Grecia con tu marido? ¿Has tomado alguna decisión durante esos días? Ya sabes, si quieres me lo cuentas… Solo si quieres y tienes ganas de hablar de ello… Pero, te lo repito: ¡dime algo!
Un besazo. Virginia.
De: Mavi de la Vega «mavivega@artebook.org».
Fecha: 07/11/2012 23.45
Para: Virginia Cueto Villar. Editora «vive@edicionesplantel.es».
Hola, Virginia,
Sé que te parecerá todo esto muy raro y comprendo que estés muy preocupada. Pero debo decirte que han sido dos meses terribles. Tú me entenderás, puesto que eres divorciada y ya has pasado por esto… Finalmente, a la vuelta del viaje a Grecia, me separé legalmente de Agustín y ya estamos con los trámites del divorcio. No ha sido fácil. Yo pensé al principio que se podría hacer todo mediante el diálogo, como personas adultas, cuerdas y racionales… ¡Qué ilusa! Él se puso, literalmente, hecho una fiera. Se ha desquiciado y va a acabar desquiciándonos a todos. Se niega a abandonar la casa; viene aquí con mucha frecuencia, llama a la puerta, me aborda por la calle, me deja mensajes en el teléfono, me envía emails… ¡Una locura!
En esta situación, de momento no puedo ir a Madrid ni a ninguna otra parte, hasta que tengamos la sentencia y se le pueda poner legalmente en su sitio.
Aun habiendo sido jueza, nunca pensé que un divorcio pudiera llegar a ser algo tan complicado, tortuoso y amargante…
Cuando todo vaya recobrando algo de normalidad, te llamaré y trataré de ocuparme de los asuntos literarios.
Gracias por preocuparte por mí. Besos. Mavi.