46 La guerra de Vietnam
Vietnam fue la guerra perdida por EE. UU. El compromiso americano en el sureste de Asia se extendió durante más de una década, y en el proceso dividió a la nación y dejó un legado duradero de amargura. En total, unos dos millones de americanos participaron en los combates, y su aviación lanzó más del doble del tonelaje de bombas lanzadas durante la segunda guerra mundial.
El conflicto en Vietnam fue el episodio «más caliente» en la estrategia de EE. UU. durante la guerra fría para contener —o incluso hacer retroceder— el comunismo internacional, que consideraba una amenaza contra su forma de vida, un estilo basado en un «duro individualismo», la democracia y un capitalismo sin freno. Pero a medida que aumentaba el recuento de sus jóvenes muertos, quedó claro que el pueblo americano creía que estaban pagando un precio demasiado alto.
La lucha anticolonial. Los ideales nacionalistas que germinaron en las colonias europeas de ultramar en la primera mitad del siglo XX se acercaban a los ideales antiimperialistas del socialismo y el comunismo. Un joven súbdito colonial que recogió estas ideas mientras vivía en Francia fue Ho Chi Minh, que había pedido al presidente Woodrow Wilson en la conferencia de paz de París en 1919 que reconociera el derecho del pueblo vietnamita —entonces bajo el gobierno colonial francés— a la autodeterminación. Fue ignorado. Ho Chi Minh siguió adelante y en 1930 fundó el Partido Comunista de Vietnam.
«Podemos pavimentar todo el país y marcar las líneas de aparcamiento y aun así estar de vuelta en casa para Navidad».
Ronald Reagan, entrevista en el «Fresno Bee», 10 de octubre de 1965, refiriéndose a Vietnam.
La ocupación japonesa de Vietnam durante la segunda guerra mundial ofreció a Ho Chi Minh la oportunidad de fortalecer la posición de su movimiento guerrillero, el Viet Minh, y tras la derrota japonesa en 1945 declaró la independencia del país. Los franceses tenían una idea diferente y regresaron con fuerza. La guerra que siguió trajo la victoria del Viet Minh en 1954, y el mismo año la independencia de la Indochina francesa (Vietnam, Camboya y Laos) fue reconocida por los Acuerdos de Ginebra. Vietnam fue dividido temporalmente a lo largo del paralelo 17, con Ho Chi Minh encabezando un régimen comunista en el Norte, mientras se establecía un gobierno no comunista en el Sur. Se debían celebrar unas elecciones nacionales en 1956.
Cuando estuvo claro que el Viet Minh ganaría con toda probabilidad las elecciones, el Sur —bajo el gobierno despótico de Ngo Dinh Diem, apoyado por EE. UU—. se negó a cooperar. A finales de la década de 1950 un grupo guerrillero comunista, el Viet Cong, estaba activo en Vietnam del Sur, apoyado por el Norte a través de rutas de abastecimiento secretas que se extendía por Laos y Camboya conocidas como la Senda Ho Chi Minh. EE. UU. envió consejeros militares para ayudar al ejército survietnamita, y en 1963 orquestó el derrocamiento del profundamente impopular Diem. Sin embargo, la administración del presidente Lyndon B. Johnson llegó a la conclusión de que sólo el despliegue de fuerzas regulares americanas podía detener la marea. Si Vietnam del Sur caía ante los comunistas, según creían los estrategas americanos, sería seguido por todo el Sureste Asiático.
Cronología
El pantano El pretexto adecuado se presentó en agosto de 1964 cuando Vietnam del Norte atacó un navío americano en el golfo de Tonkín. Como consecuencia, el presidente Johnson consiguió la aprobación del Congreso para una escalada del compromiso militar americano. Las primera fuerzas de tierra americanas se desplegaron en el Sur en 1965, y a finales de 1969 el número de soldados americanos había sobrepasado el medio millón.
Mientras las fuerzas americanas desarrollaban misiones de búsqueda y destrucción en el campo —ganándose la antipatía del campesinado vietnamita—, el Viet Cong simplemente se retiraba a sus túneles subterráneos. Aun así, los generales americanos no dejaban de proclamar su confianza en una victoria rápida. Por eso, cuando el ejército norvietnamita y el Viet Cong lanzaron una gran ofensiva durante las vacaciones del Tet, el Año Nuevo vietnamita, a principios de 1968, fue un choque tremendo para el público americano. Los medios de comunicación tuvieron un acceso casi ilimitado a los combates, y con la guerra mostrada en directo todas las noches en la televisión americana, las opiniones empezaron a cambiar. Incluso el veterano periodista de la CBS Walter Cronkite concluyó en febrero de 1968 que «estamos en un punto muerto» y que la única salida era iniciar negociaciones con el Norte. «Si he perdido a Walter», comentó el presidente Johnson, «he perdido al ciudadano medio». Aunque la ofensiva del Tet fue un fracaso para los comunistas, también demostró que el discurso de los generales americanos sobre una victoria inminente era una ilusión.
El candidato victorioso en las elecciones presidenciales de 1968, Richard Nixon, había ganado principalmente por su promesa de terminar con la guerra de Vietnam. Aunque las conversaciones de paz habían empezado en París, los avances eran muy lentos y seguían los combates —y las protestas en casa—, de manera que Nixon anunció una estrategia de «vietnamización» por la cual el ejército survietnamita se encargaría de las operaciones a medida que se retiraban las fuerzas americanas. Al mismo tiempo, Nixon intensificó el bombardeo del Norte, y también ordenó ataques aéreos e incursiones terrestres ilegales en Laos y Camboya para golpear las líneas de suministro comunistas.
El «escenario secundario» en Camboya
El príncipe Sihanuk, gobernante de la vecina Camboya, había mantenido la neutralidad de su país durante los primeros años de la guerra de Vietnam. En 1970 fue derrocado por un general proamericano, pero esto, junto con los ataques aéreos americanos sobre el país, sólo sirvió para aumentar el apoyo de la guerrilla comunista de Camboya, los Jemeres Rojos. Éstos capturaron la capital camboyana, Phnom Penh, en 1975, y bajo el liderazgo de Pol Pot intentaron una transformación completa de la sociedad, forzando a los habitantes de las ciudades a trabajar en el campo, y matando a todos los que consideraban contrarrevolucionarios. En total, unos 2,5 millones de camboyanos murieron de hambre o a manos de los escuadrones de la muerte de Pol Pot. Este reinado de terror sólo llegó a su fin cuando el ejército vietnamita invadió el país a finales de 1978 y empujó a los Jemeres Rojo de vuelta a la jungla.
Las conversaciones de paz de París dieron como resultado un alto el fuego en 1973, permitiendo la retirada completa de EE. UU. Cuando las fuerzas norvietnamitas reemprendieron la ofensiva en 1975, el ejército survietnamita perdió todo espíritu de resistencia. A finales de abril el Norte había tomado la capital del Sur, Saigón, y poco después Vietnam quedó reunificado. Laos y Camboya también cayeron ante los insurgentes comunistas. La guerra había costado la vida de 58 000 soldados americanos y de millones de vietnamitas.
«Sabía desde el principio que si dejaba a la mujer que quería realmente —la Gran Sociedad— para combatir en esa guerra tan rastrera… entonces lo perdería todo en casa. Todas mis esperanzas, mis sueños…».
Lyndon B. Johnson en el «New York Times Magazine», 2 de noviembre de 1980. La «Gran Sociedad» era el ambicioso programa de Johnson sobre derechos civiles y reformas antipobreza.
La idea en
síntesis:
el fracaso más grande de la política exterior
de EE. UU. durante la guerra fría
Cronología