33 La guerra de Secesión americana
Los padres fundadores de EE. UU. eran conscientes de la ambivalencia moral de sus posición: al mismo tiempo que luchaban por la libertad de sus compatriotas blancos contra la tiranía y la opresión, seguían poseyendo esclavos negros.
En EE. UU. la esclavitud quedaba en su mayor parte restringida a los estados del sur, donde gran cantidad de esclavos africanos trabajaban en grandes plantaciones de tabaco y algodón de las que dependía la economía del sur. Las economías de los estados del norte dependían mucho más de la industria y de la agricultura a pequeña escala, y fue en el norte donde se originaron los primeros llamamientos —a menudo de inspiración religiosa— para la abolición de la esclavitud. Empezando con Pennsylvania en 1780, los estados del norte aprobaron una legislación para la abolición gradual de la esclavitud. Pero los llamamientos para una prohibición federal por toda la Unión fueron rechazados por los que argumentaban que la Constitución de EE. UU. protegía la situación de la esclavitud: la quinta enmienda prohibía la expropiación de una propiedad sin compensación, mientras que la décima enmienda reservaba a los estados todos los poderes que no estuvieran delegados específicamente en el gobierno federal. En consecuencia, cada estado tenía derecho a determinar si permitía o no la esclavitud en su territorio. Incluso muchos abolicionistas moderados creían que el Congreso no tenía poder en este tema.
La extensión de la esclavitud. Sin embargo, el conflicto surgió cuando se llegó a determinar la situación de la esclavitud en los territorios nuevos. El algodón tuvo mayor importancia económica después de 1793, cuando Eli Whitney mejoró el desgranado del algodón, un artefacto para separar la fibra de las semillas, y aumentó la presión para extender las plantaciones de algodón basadas en el trabajo esclavo hacia los nuevos territorios del suroeste. El resultado fue el compromiso de Missouri de 1820, por el cual no se admitirían en la Unión nuevos estados esclavistas al norte del grado treinta y seis de latitud, con la excepción de Missouri. Las tensiones entre abolicionistas y esclavistas crecieron después de que EE. UU. adquiriera vastas áreas de tierras en el oeste después de la guerra con México de 1846-1848. El compromiso de 1850 intentó obviar la situación, restringiendo la esclavitud en los territorios nuevos mientras protegía la institución donde ya existía.
«Donde existe la esclavitud, no puede existir la libertad; y donde existe la libertad, no puede existir la esclavitud».
Charles Sumner, senador, 5 de noviembre de 1864.
Sin embargo, el compromiso de 1850 fue revocado por el acta Kansas-Nebraska de 1854, que permitía a los habitantes de dichos territorios nuevos decidir por sí mismos si permitían o no la esclavitud. A esto siguió la violencia entre las fuerzas esclavistas y los abolicionistas radicales como John Brown, y en 1859 Brown y una serie de seguidores ocuparon el arsenal federal de Harpers Ferry, en lo que actualmente es Virginia occidental, en un intento fallido de iniciar un levantamiento general de los esclavos en el sur.
Cronología
La Unión rota. John Brown fue ahorcado, pero su acción dio un mártir a los abolicionistas, y al mismo tiempo incrementó los temores del sur a las consecuencias de la emancipación. Esos temores aumentaron aún más en 1860 cuando el candidato republicano en las elecciones presidenciales, Abraham Lincoln, ganó las votaciones. El nuevo Partido Republicano era más favorable a la causa de la abolición que cualquier otro partido anterior, pero no era la principal prioridad de Lincoln que, aunque apoyaba la emancipación, insistía en que la Constitución protegía la esclavitud donde ya existía, y que había manifestado públicamente que no estaba a favor de «establecer por cualquier medio la igualdad social y política de las razas blanca y negra».
A pesar de estas seguridades, incluso antes de la toma de posesión de Lincoln, los estados del sur empezaron a separarse de la Unión, formando los Estados Confederados de América, con Jefferson Davis como presidente. En abril de 1861 las fuerzas confederadas abrieron fuego contra Fort Sumter, una fortaleza de la Unión en Carolina del Sur. Lincoln llamó a 75 000 voluntarios para aplastar la rebelión. Así se iniciaron cuatro años de una guerra civil feroz que iba a costar la vida de cerca de seiscientos mil hombres.
«Si pudiera salvar la Unión sin liberar a ningún esclavo, lo haría; y si la pudiera salvar liberando a todos los esclavos, lo haría…».
Presidente Abraham Lincoln, 22 de agosto de 1862.
La «guerra entre los estados». A pesar de las grandes ventajas económicas y demográficas del norte industrial, Lincoln se vio al principio en dificultades por la ineptitud de sus generales, en comparación con el ímpetu de los comandantes rebeldes como Robert E. Lee y Thomas «Stonewall» Jackson. Inicialmente, Lincoln calló sobre el tema de la esclavitud por temor a perder a los estados esclavistas —como Maryland y Missouri— que seguían en la Unión. Pero la presión de los republicanos radicales le empujó a publicar la Proclama de Emancipación, que tenía efectos a 1 de enero de 1863. Por ella se liberaba a todos los esclavos en los estados secesionistas (pero no en los estados esclavistas que seguían en la Unión); dichos esclavos liberados, si eran aptos, debían unirse a las fuerzas de la Unión. De esta forma Lincoln disfrazó esta abolición parcial como una «necesidad militar» y al mismo tiempo los negros del norte eran admitidos por primera vez en las fuerzas armadas, aunque fuera en regimientos segregados bajo el mando de oficiales blancos.
Después de la guerra de Secesión
El sucesor de Lincoln, Andrew Johnson, siguió la política anterior de reconciliación con el sur, supervisando la rápida readmisión en la Unión de los estados secesionistas. Esto enfureció a los republicanos radicales en el Congreso que deseaban una «reconstrucción» de arriba hacia abajo de la sociedad y la política sureñas, y casi consiguieron la destitución de Johnson, que quedó muy debilitado.
Los radicales tomaron el control de la reconstrucción, colocando a los antiguos estados confederados bajo el control del ejército, y celebrando unas elecciones en las que pudieron votar los esclavos liberados, pero en las que se impidió participar a los antiguos líderes confederados. Esto dio como resultado el establecimiento de gobiernos estatales de republicanos radicales y una oposición violenta por parte de los grupos racistas y conservadores, como el Ku Klux Klan. Con el paso del tiempo, la gente del norte dio la espalda al sur, y los demócratas sureños volvieron gradualmente al poder, implantando las llamadas leyes de Jim Crow, que negaban los derechos civiles a la mayoría de los negros. Estos derechos no fueron restaurados hasta las grandes luchas —de Martin Luther King entre otros— en las décadas de 1950 y 1960.
Ese año presenció un cambio de la marea a favor del norte. En julio, el general George Meade rechazó en Gettysburg el intento de invasión de Pennsylvania por parte de Lee, y las fuerzas de la Unión bajo Ulysses S. Grant tomaron la fortaleza rebelde de Vicksburg en Mississippi. Al año siguiente Grant fue nombrado comandante en jefe e inició una campaña de guerra total contra el sur, cuyos recursos quedaron exhaustos. El 9 de abril de 1865 el ejército de Lee se rindió a Grant en Appomattox Court House.
Lincoln había sido reelegido el otoño anterior, y en su segundo discurso de toma de posesión, el 4 de marzo de 1865, había expresado la promesa de reconciliación con los estados del sur, que estaban en ese momento al borde de la derrota. A los pocos días de la victoria, el 15 de abril, Lincoln era asesinado por un simpatizante del sur. La decimotercera enmienda de la Constitución abolía la esclavitud en toda la Unión, con efecto a partir del 18 de diciembre de 1865.
La idea en
síntesis:
la guerra de Secesión acabó con la esclavitud
en EE. UU.
Cronología