Glosario
Bakufu: Término que en japonés designaba la Administración del país durante el shogunado de los Tokugawa; hoy sirve para designar una junta militar. El concepto procede de la China de la época T’ang, donde se aplicaba al cuartel general de la guardia del palacio imperial. Bakú, abreviatura de Bakufu, se utilizó en un principio para la estructura administrativa civil de la casa Tokugawa, cuyas tierras equivalían a una cuarta parte de la superficie total de Japón. A partir del momento en que los shogunes procedieron del clan Tokugawa, el término «Bakufu» comenzó a designar todo el aparato de poder.
Bushido: El «camino del guerrero», la ética del guerrero, que se desarrolló en Japón ya en la Edad Media y cuyo principio central era la lealtad incondicional del vasallo (hoko) a su señor (goon).
Bodhisattva: Concepto hindú (japonés, bosatsu) que significa «ser iluminado».
Cortesanas: Las cortesanas ya aparecen mencionadas en una antología poética del siglo VIII, el célebre Manyo-shu. Hasta finales del siglo XVIII practicaron el oficio más antiguo del mundo a título individual y sin limitaciones legales. En la época de los Tokugawa fueron divididas en dos clases: las age-joro y las mise-joro. Las primeras eran criadas eróticas profesionales de las cuales se esperaba, aunque se tratara de prostitutas, que poseyeran una gran elegancia y cultura. En muchas circunstancias tenían derecho a rechazar acostarse con clientes que no les resultaran agradables. Solían vivir en casa de un kutsuwa (empresario) y acudían a otra casa para entretener a los visitantes.
Las mise-joro eran prostitutas comunes y corrientes y ejercían su oficio en la casa en que vivían (mise) o acudían a tal fin a una casa de té (chaya).
A mediados del siglo XVII la casta de las age-joro sufrió una nueva división jerárquica. En Yoshiwara las tres primeras Categorías se denominaban tayu, koshi y tsubone. Las sancha formaban el cuarto grupo. En un principio eran muchachas de la calle o de las casas de baños. En 1665, tras la reconstrucción de Yoshiwara, el Gobierno las obligó a instalarse en casas, y en la práctica quedaron igualadas a las mise-joro. Entonces no existía aún la institución de las geishas, cuyos orígenes hay que situarlos, no obstante, en las age-joro.
Las concubinas se diferenciaban por la duración de los servicios que se requerían de ellas, o por sus funciones; por ejemplo, se las llamaba hanya (media noche) o kakoi (disponible todo un día o toda una noche). Sus tarifas variaban de forma considerable según el lugar, pero dentro del mismo barrio todas cobraban lo mismo. Una tayu cobraba setenta y seis momme; una kakoi o tsubone cobraba dieciocho momme, y una mise-joro o una sancha, media momme, tarifas que en divisas occidentales equivalen a cincuenta y ocho dólares, catorce dólares y cuarenta centavos de dólar respectivamente. Con una cortesana de primera categoría —cuyos servicios implicaban la presencia de una criada (kaburo) en el salón, música, comida y vino— los gastos podían alcanzar la cifra de quinientos cincuenta y una momme (unos cuatrocientos veintinueve dólares). Por las narraciones realistas de Saikaku sabemos que hubo hombres que en un período de cuatro a cinco años gastaron con las cortesanas de Yoshiwara el equivalente a un millón y medio de dólares y terminaron su vida como mendigos.
Ch’i: En chino, «soplo de vida», «energía vital».
Chonin: Literalmente, «gente de la ciudad»; se aplica despectivamente a los artesanos, comerciantes y demás ciudadanos, los nuevos ricos de la era de los Tokugawa.
Daimyo: Príncipe, señor de un territorio, traducido a menudo como «barón». El daimyo se hallaba en cierta relación de dependencia respecto del shogun. Tras el nuevo reparto de la tierra del siglo XVII, había en Japón unos doscientos sesenta daimyos.
Geta: Zueco, zapato de madera, el calzado de calle tradicional.
Hakama: Pantalones blancos, prenda de vestir masculina.
Hanagami: Pañuelo de papel.
Harakiri: Suicidio ritual, obligatorio cuando un miembro de la clase de los samuráis cometía un crimen; acto de libre albedrío en caso de apego a alguien fallecido o como protesta contra el comportamiento de un superior aún vivo. Seppuku es otra denominación del suicidio ritual.
Heishi: Florero.
Horas: En el Japón feudal el día se dividía en doce partes, cada una de las cuales duraba aproximadamente dos horas. Sus nombres eran:
00.00 a 02.00: Hora de la rata
02.00 a 04.00: Hora del buey
04.00 a 06.00: Hora del tigre
06.00 a 08.00: Hora de la liebre
08.00 a 10.00: Hora del dragón
10.00 a 12.00: Hora de la serpiente
12.00 a 14.00: Hora del caballo
14.00 a 16.00: Hora del carnero
16.00 a 18.00: Hora del mono
18.00 a 20.00: Hora de la gallina
20.00 a 22.00: Hora del perro
22.00 a 24.00: Hora del jabalí
Jiu-jitsu, jujutsu: Véase Lucha.
Kabuki: Originalmente, drama bailado que se caracterizaba por el tema y la ambientación pintorescos o eróticos, y a partir del cual en el siglo XVII y principios del siglo XVIII se desarrolló un teatro popular para la burguesía urbana. Las piezas de kabuki se dividen hoy en dos grupos principales, a saber: jidaimono, piezas de tema histórico, y sewamono, piezas de tema contemporáneo. Se consideran piezas históricas las ambientadas en el período de 1603-1867.
Kashiori: Paquetes de golosinas.
Koto: Antiguo instrumento de cuerda parecido al arpa.
Lucha: Los combates de sumo tienen raíces mitológicas y rituales; al parecer en el siglo IX la sucesión entre dos hijos del difunto emperador se dirimió por medio de uno de estos combates. Otra variedad de lucha es el jiu-jitsu, que se enseñaba en las escuelas de la nobleza y del cuerpo policial. En esta modalidad el principio no es enfrentar dos fuerzas, sino vencer evitando el encuentro frontal con el adversario.
Monedas y sistema monetario: A finales del siglo XVII y principios del XVIII las monedas tenían diversas formas y tamaños y se acuñaban, en cobre, plata u oro, en distintos lugares de Japón. En 1601, tras la batalla de Sekigahara, Ieyasu Tokugawa introdujo un sistema nacional de monedas de oro y plata. Iemitsu, el tercer shogun Tokugawa, introdujo en 1636 las monedas de cobre.
Como consecuencia de la implantación de este sistema, denominado «de las tres monedas» (sanka-seido), las monedas de cobre comenzaron a circular por todo el país, las de oro principalmente en Edo, y las de plata sobre todo en Kyoto, Osaka y Sakai. La acuñación de monedas de oro y plata estaba sujeta al control del Gobierno. Esta situación convirtió el cambio de moneda, al hacerlo inevitable, en una actividad comercial muy rentable.
El ryo, la moneda de oro, pesaba dieciocho gramos. Cuatro bu de oro equivalían a diez ryo o un koban, la moneda de oro más utilizada, con forma de óvalo delgado. Le seguía en valor el oban, moneda de oro que en teoría pesaba doce ryo, pero que en realidad la mayoría de las veces sólo pesaba entre ocho y nueve ryo. La moneda de plata de más valor en Kyoto y Osaka era el chogin, una moneda elíptica de unos ciento sesenta y un gramos de peso. La unidad de las monedas de plata se denominaba momme. Un chogin pesaba cuarenta y tres momme. Una moneda de menor valor, la mame-ita, era poco más que un trozo redondo de plata de peso indeterminado, pero con un sello que indicaba la calidad del metal.
Para transportar sumas mayores, las monedas de plata se agrupaban en paquetes de cien y quinientas momme, mientras que las de oro circulaban en paquetes de veinticinco, cincuenta y cien piezas, preparados en papel resistente y provistos de un sello gubernamental. Para el transporte y el almacenamiento de grandes sumas existían cajas de madera especiales, con una cabida de mil ryo. A título privado un individuo solía llevar sus zeni, la moneda de cobre más pequeña, en una bolsa que ocultaba en el quimono. Con un zeni se podía pagar una taza de té.
El valor real de las distintas piezas cambiaba día a día: en 1609 el cambio por un ryo de oro estaba fijado en cincuenta momme de plata o en cuatro sartas de zeni; veinte años más tarde un ryo de oro equivalía a cien momme.
En 1681 un koku de arroz costaba setenta y siete momme de plata.
Como aproximación a los valores actuales Ivan Morris da los siguientes cambios:
1 ryo de oro = 16,35 yen = 45,75 dólares; 1 momme de plata = 272,50 yen = 0,75 dólares (cambio yen/dólar 1963).
Mahavairochana: En sánscrito, «el Grande y Esplendoroso».
No: Forma clásica del teatro japonés, la preferida por la nobleza y la gente culta. La acción de las piezas del teatro no suele girar en torno al dramático encuentro entre un espectro (shite) y un sacerdote (waki). Esta forma teatral no se interpreta, se baila. La danza se acompaña con flautas, tambores y cantos. Las máscaras de los actores representan tipos o estados anímicos.
Obi: Cinto ancho del quimono. En su diccionario histórico, Basil Hall Chamberlain describe así la vestimenta femenina básica: «Primero vienen dos pequeños delantales alrededor de las caderas (koshimaki y susoyoke), luego la blusa y el o los quimonos, sujetados por un cinto estrecho (shitajime). Encima se ajusta un cinto ancho (obi), que representa el principal ornamento. Para mantenerlo ceñido se añade una especie de cojín (obiage).»
Quimono: Prenda de vestir, tanto masculina como femenina. Una variedad barata del quimono es el yukata, de algodón, que en un principio se utilizó como albornoz.
Ronin: Samuray sin señor; a menudo el término se emplea con el sentido de «bandido, salteador de caminos».
Samuray: Vasallo de un príncipe feudal para servicios de guerra, perteneciente a la baja nobleza militar.
Shamisen: Instrumento de cuerda que al parecer llegó a Japón, procedente de Manila, a finales del siglo XVII y principios del XVIII.
Shogun: Originalmente, el comandante en jefe de la lucha contra los bárbaros; en la época Tokugawa, jefe de facto del país.
Shunga: «Estampas de primavera», a veces llamadas también «estampas de almohada» (makura-e); género de la pintura Ukiyo-e, es decir del «mundo efímero y fluctuante».
Los primeros maestros de este género son Hishikawa Moronobu (1618-1694) y el Maestro Kambun (1600-1673). Las estampas de Katagawa Utamaro (1753-1806) constituyen el punto culminante de este género, que se concebía como enseñanza del arte del amor; las shunga de Katagawa destacan por una sutil representación psicológica.
Soba-yonin: Gran chambelán; en el Bakufu, cargo que se otorgaba a un vasallo del daimyo; durante el shogunado fue un alto cargo, si bien no el más alto, en la jerarquía del Bakufu (por lo visto, el censor del texto exagera). Por debajo del shogun estaba el tairo, «gran canciller».
Tanzaku: Tiras de papel muy bello que se empleaban para escribir poesía.
Uke-ayumi: «Balanceo», manera coqueta de andar propia de una cortesana y que hoy aún practican las geishas.
Ukiyo: El arte del mundo fluctuante o inestable comenzó en Japón en el siglo XVI y conoció su apogeo en la llamada era Geronku (finales del siglo XVII-principios del siglo XVIII). Originalmente el concepto procede del budismo y se refiere al mundo de las penas, a la rápida transformación de la realidad, a la vanitas, la fatuidad y el carácter incierto de todo destino terrenal. Para la burguesía del siglo XVII la palabra adquirió un significado más hedonista, pues designaba sólo el placer con las cortesanas, el mundo de los actores y actrices y del kabuki.
Ukiyo-monogatari (Historia del mundo inestable), hacia 1680, es uno de los muchos testimonios literarios sobre ese ambiente. Los otros dos autores importantes son Saikaku Ihara (1642-1693) y Kiseki Ejima (1677-1736). Con el término ukiyo-e se designan los cuadros, sobre todo los grabados en madera, de esa época (el sufijo «e» significa «imágenes»). Los ukiyo-zoshi son relatos frívolos y a menudo pornográficos. A todo ello hay que añadir el teatro popular kabuki.
Yoshiwara: Al principio, a partir de 1612, el barrio de placer oficialmente autorizado de Edo se encontraba cerca de Nihonbashi. En el año 2 de Manji (1659) se trasladó a Asaku. En sentido estricto, la acción de la presente novela se desarrolla en Shin-Yoshiwara (Nuevo Yoshiwara), que se localiza al norte del barrio de placer, cuya calle principal era Nakanomachi.