Ejercicio nº 15 de TREC
Tome una de las creencias irracionales que quiera abandonar realmente, porque sepa que se está haciendo mucho daño a sí mismo manteniéndola, y dispútela suave o moderadamente, por un lado, y vigorosa o intensamente por otro. Puede hacerlo escribiendo la creencia irracional y, debajo, una columna de refutaciones suaves y los cambios que consigue con ellas, y otra columna de refutaciones vigorosas y cambios. O, aún mejor, puede coger una grabadora, grabar su creencia irracional, y mantener después un diálogo consigo mismo en la grabadora, en el curso del cual refute moderada e intensamente esta creencia hasta que sienta realmente que ha hecho algún progreso real para abandonarla y transformarla en una serie de fuertes filosofías racionales.
Una muestra de su refutación escrita podría ser así:
Creencia irracional:
«Realmente tengo que superar esta prueba que estoy a punto de hacer porque, si no lo hago, toda mi carrera se irá a pique y seguramente acabaré trabajando toda mi vida en algún puesto de poca importancia y ganando poco dinero y ¡eso sería terrible! ¡Me sentiría un auténtico gusano!».
En lugar de, o además de, cuestionar con fuerza y vigorosamente su creencia irracional sobre el papel (como en el ejemplo anterior), también puede mantener un diálogo suave o enérgico consigo mismo con la ayuda de una grabadora, y asegurarse de que acaba creyendo y sintiendo los fuertes argumentos que expone en la cinta. Tome este diálogo como ejemplo:
Refutación intensa y respuesta racional |
Refutación suave y respuesta racional |
Si no paso esta prueba puedo hacer otras pruebas y superarlas más adelante. Así que, ¿por qué preocuparme? |
Aunque no supere ésta y cualquier otra prueba seguiré pudiendo conseguir un buen trabajo haciendo algo. Y si no lo hago, ¡pues no lo hago!, ¡sigo pudiendo ser feliz! |
Mi carrera no se va a ir a pique. Lo único que puede pasar es que tarde más en conseguir lo que quiero. |
Si toda mi condenada carrera se fuera a pique, aún seguiría pudiendo conseguir otra profesión que me gustara y estuviera bien pagada. |
Probablemente antes o después superaré esta prueba y tendré algún tipo de carrera decente. |
Superaré de sobras esta prueba uno de estos días, ¡probablemente esta vez! Y, lo haga o no, ¡estoy absolutamente decidido a conseguir una buena carrera! |
No me moriré por seguir trabajando en un puesto de poca importancia. |
Sea cual sea el puesto en el que trabaje, estoy decidido a sacar algunas cosas buenas del trabajo. Y aunque nunca disfrute con él, ¡siempre puedo encontrar otros aspectos de mi vida de los que disfrutar excepcionalmente! |
Aunque gane muy poco dinero en toda mi vida, puedo seguir arreglándomelas. |
Aunque gane muy poco dinero en toda mi vida, no sólo podré arreglármelas, sino que también me las puedo apañar para pasarlo condenadamente bien. ¡El dinero es importante, pero sin duda no lo es todo! |
Sería un gran inconveniente ganar poco dinero toda la vida, pero no sería el fin del mundo. |
Sería condenadamente inconveniente ganar poco dinero toda mi vida, pero de un modo u otro me pondré a trabajar para ganar más. Si no lo consigo, lo único que tengo que hacer es reducir mis gastos, y ¡ser una de las personas más felices arreglándolas con poca cosa! |
Si no supero esta prueba y gano menos dinero durante el resto de mi vida, sólo seré una persona que fracasó, pero no un gusano asqueroso. |
No importa cuántas pruebas suspenda o el poco dinero que gane en la vida, eso nunca me convertirá en un gusano o una persona completamente incompetente. Soy y siempre seré un ser humano falible; pero siempre puedo aceptarme a mí mismo y buscar todos los placeres de la vida posibles independientemente de mi mal rendimiento en ciertos aspectos. Yo soy yo, y sólo porque estoy vivo y soy yo mismo SIEMPRE merezco pasármelo tan bien como pueda durante mi vida. Ahora, ¿cómo diablos me las apaño para pasar esos buenos ratos? ¡Esforzándome para obtenerlos! |
Creencia irracional:
«Mí amigo, Norbert, me pidió dinero prestado y me dijo que me lo devolvería enseguida. Ya han pasado varios meses y aún no me lo ha devuelto. Y lo que es más, actúa como si le hubiera regalado el dinero y no tuviera que devolvérmelo. Dice que si gana mucho dinero me devolverá el que le dejé, pero sólo porque es así de bueno, y no porque me lo deba realmente. ¡¿Cómo puede hacerme una cosa así?! ¡Es un bastardo! Esto quiere decir que no es una buena persona. Se merece que le condenen y castiguen con severidad, y creo que voy a devolvérsela. ¡Le demostraré que no puede comportarse así conmigo!».
Diálogo ilustrativo:
SU YO IRRACIONAL: ¿Cómo ha podido hacerme una cosa así?
RESPUESTA SUAVE: Simplemente ha sido capaz de hacerlo. Así es como suele comportarse. Bueno, es su problema.
RESPUESTA FUERTE: ¡No le costó nada hacer una cosa así, maldita sea! No es la primera vez que actúa así, y ¡apuesto a que no será la última! Ojalá no se hubiera comportado así, pero es lo que suele hacer. ¡Mala suerte! Pero era de esperar, y ¡puedo aceptarlo!
SU YO IRRACIONAL: Pero ¡después de todo lo que hice por él! Normalmente no suelo dejar dinero prestado, y sin embargo lo hice, y ¡a pesar de esto insiste en que se lo di! ¡Es un bastardo!
RESPUESTA SUAVE: Sí, realmente no es nada habitual que le dejara el dinero, pero eso no quiere decir que él tenga que ir contra su costumbre de no devolverlo. No es un bastardo, aunque a veces se comporte como un bastardo.
RESPUESTA FUERTE: Sí, hice algo que no es habitual en mí al dejarle el dinero, pero esto no implica en ningún momento en lo más mínimo que él tenga que salirse de lo habitual, o ser completamente honrado, y devolvérmelo. Respecto a cualquier cosa que yo decida hacer, la decisión será mía, y respecto a lo que él decida hacer, la decisión será de Norbert. Bueno, es cierto que ha hecho una cosa despreciable, y no hay duda de que no volveré a confiar en él en el futuro, o ¡a dejarle más dinero! Pero no es un completo bastardo, ni siquiera es un bastardo en parte. Sólo es un ser humano falible, como todos nosotros; y éste es uno de sus grandes fallos. Bueno, nunca me gustará que tenga este tipo de fallos, pero sin duda puedo vivir con ello, seguir intentando que me devuelva mi dinero, y ser un ser humano feliz —aunque no tan feliz— aunque nunca lo consiga. ¿No es un engorro que uno de mis mejores «amigos» sea tan desagradable?
SU YO IRRACIONAL: ¡Sigo pensando que es un completo bastardo! Si puede hacer una cosa así, en realidad no tiene ninguna cualidad buena.
RESPUESTA SUAVE: ¿No estoy exagerando un poco? Por supuesto, él, como todos los seres humanos, tiene algunas cualidades buenas. Ésta es la única de sus características que es mala.
RESPUESTA FUERTE: ¡Qué tontería! Por supuesto que también tiene buenas cualidades. Todos las tenemos. Sin duda, hasta Hitler tenía algunas. Pero aparte de todas sus buenas cualidades —y lo mejor sería que admitiera que en otros momentos se ha portado muy bien conmigo— el hecho de no aceptar que me pidió prestado el dinero y sostener falsamente que se lo di es realmente una mala acción. Y eso es lo que voy a intentar demostrarle; no que él sea malo, sino que su comportamiento es deshonesto. Realmente voy a persistir intentando demostrárselo. Pero si no puedo, pues no puedo. Lo peor que me puede pasar es perder el dinero y dejar de ser su amigo.
SU YO IRRACIONAL: ¡Ya lo creo que voy a dejar de ser su amigo! ¿Yo, amigo de una persona como él? ¡Nunca! Se merece que le condenen y le castiguen con dureza, y creo que realmente se la voy a devolver.
RESPUESTA SUAVE: ¿De qué serviría devolvérsela? Sólo perdería más tiempo haciéndolo. También podría dejarlo así. Pero realmente es una persona horrible.
RESPUESTA FUERTE: ¡Qué estúpido por mi parte es intentar devolvérsela! Ya he perdido suficiente tiempo y dinero tratando con él y ahora sólo voy a dejar de hacer el tonto pensando en él y perdiendo tiempo y energía intentando devolvérsela. Es posible que en teoría, en un mundo completamente justo, mereciera una penal ización por haberse portado mal conmigo, pero difícilmente se merece que le condenen y castiguen con severidad. Ningún ser humano es infrahumano; ningún ser humano es deplorable. Si yo estúpidamente le robara, el universo no me expiaría imponiéndome una condena y un castigo. Entonces, ¿por qué iba a hacerlo con él? Seguiré intentando presionarle, pero presionarle sin ira, para conseguir que me devuelva mi dinero. Pero ¡no perderé el tiempo condenándolo!
SU YO IRRACIONAL: No importa el tiempo y energía que me cueste, le demostraré que no puede hacerme esto. ¡Ya me las pagará! Y, mientras tanto, ¡quizás haya algo que pueda hacer para devolvérsela también a su mujer y a su familia!
RESPUESTA SUAVE: No hay ninguna manera de poderle demostrar que realmente no puede hacerme eso. Tiene derecho, como ser humano, a hacer lo que quiera, aunque esté claramente equivocado. Lo mejor será que lo deje todo y lo olvide.
RESPUESTA FUERTE: Por supuesto, puede hacerme esto. ¡Maldita sea, sí que puede! De hecho, tiene un gran talento para actuar de esa manera tan desagradable, y ahora que lo he descubierto, lo mejor es que acepte la cruda realidad. Además, probablemente no haya manera de demostrarle que no puede hacerme esto. No importa lo vengativo que me volviera, ni siquiera haciéndole daño a su mujer y a su familia conseguiría demostrárselo. De hecho, probablemente, lo único que le demostraría a sus ojos es lo «canalla» que soy; y después no me devolvería el dinero deliberadamente, y quizás intentara vengarse haciéndome daño a mí y a mi familia. Si intento estúpidamente que lo pague, es muy probable que sea yo quien acabe pagándolo en el intento. Entonces sufriría aún más de lo que estoy sufriendo ahora. ¡Qué estupidez por mi parte! Sólo porque esté equivocado no quiere decir que tenga que pasar el resto de mi vida vengándome y equivocándome yo también. Sólo intentaré hablar con él, otra vez, sin ira ni venganza, y ver lo que puedo hacer. Y si no puedo hacer nada, bueno, ¡pues no puedo! Lo mejor será que lo deje estar. Sí ¡dejarlo estar y dedicarme a mis propios asuntos!
Cuando haya escrito o se haya grabado en una cinta debatiendo y refutando enérgicamente su creencia irracional sobre algo, vuelva a hacerlo aún con más fuerza. Deje que alguno de sus amigos o compañeros lo haga con usted. Esfuércese por ser muy asertivo pero no violento. Intente no perpetuar la locura en la que está implicado o que se está utilizando en su contra destructivamente. ¡Practique con fuerza —sí, c-o-n f-u-e-r-z-a— para refutar sus propias ideas locas!