Principales puntos de interés
Sorprende que uno de los mercados más bellos y emblemáticos de la ciudad sea también uno de los menos utilizados para este fin. Y es que este edificio modernista apenas cuenta con tres puestos de venta de comida y con otros dos dedicados al comercio de flores y souvenirs. El resto de los establecimientos que están en su interior se dedican a la restauración. Por qué no, quizá la mejor forma de contemplar una construcción como esta sea con una copa de vino.
Indispensable
Estructura metálica
El edificio que concibió el arquitecto Francisco Mora Berenguer está constituido por tres naves: una central de 18 m de ancho y dos laterales 10 m más pequeñas. De ellas destaca su estructura metálica, un combinado de cerchas y arcos de celosía que descansan sobre pilares de fundición y que están cubiertos por un lucernario.
Fachada principal
La entrada principal, que da a la calle Jorge Juan, es la más monumental. Tiene forma de arco apuntado y sus dos apoyos sirven para sustentar una galería que se eleva a modo de puente en su interior. De ella salen unos grandes ventanales que permiten controlar el interior y el exterior del recinto.
Fachada secundaria
Opuesta a la entrada principal, en la calle Conde de Salvatierra, se alza otra fachada de menor tamaño pero gran belleza. Tiene forma de arco elíptico y su tímpano queda cerrado por una enorme vidriera y por una marquesina. Uno de los pocos elementos decorativos de este frontal es un escudo de Valencia en piedra.
Decoración
La ornamentación del mercado se concentra en la fachada principal. Es ahí donde se pueden observar los productos propios de la huerta, del mar y de la volatería valenciana y donde los huertanos, con trajes típicos de la zona, adquieren protagonismo. La cerámica, el trencadís, los mosaicos y los relieves son la base de esta decoración.