[1] Véase «South African Police Open Fire on Striking Miners», The New York Times, Nueva York, 17 de agosto de 2012. <<

[2] Véase el comunicado oficial de la compañía: «Lonmin Seeks Sustainable Peace at Marikana», 25 de agosto de 2012www.lonmin.com. Según ese documento, el sueldo base de los mineros antes del conflicto era de 5405 rands por mes, y el aumento otorgado fue de 750 rands por mes (1 rand sudafricano = alrededor de 0.1 euro). Estas cifras parecen coherentes con las referidas por los huelguistas y retomadas en la prensa. <<

[3] A la distribución «factorial» a menudo se le llama «funcional» o «macroeconómica», y a la distribución «individual» se le dice «personal» o «microeconómica». En realidad, las dos dimensiones de la distribución ponen en juego, al mismo tiempo, mecanismos microeconómicos (es decir que deben ser analizados en el nivel de las empresas o de los agentes individuales), y macroeconómicos (es decir que sólo pueden ser comprendidos en el nivel de la economía nacional, o incluso mundial). <<

[4] Un millón de euros por año, según los huelguistas (es decir, el equivalente del sueldo de casi 200 mineros). Por desgracia no se dispone de ninguna información a ese respecto en la página web de la compañía. <<

[5] Alrededor de 65-70% para los sueldos y otros ingresos por trabajo, y 30-35% para los beneficios, rentas y demás ingresos del capital. <<

[6] Al ingreso nacional se le llama también «producto nacional neto» (por oposición al «producto nacional bruto», PNB, que incluye la depreciación del capital). Utilizaremos la expresión «ingreso nacional», más simple y más intuitiva. Los ingresos netos procedentes del extranjero se definen como la diferencia entre los ingresos recibidos del extranjero y aquellos pagados al extranjero. Esos flujos cruzados se refieren sobre todo a los ingresos del capital, pero incluyen también los ingresos por trabajo y las transferencias unilaterales (por ejemplo, las remesas de los migrantes hacia sus países de origen). Véase el anexo técnico. <<

[7] Naturalmente, el ingreso mundial se define como la suma del ingreso nacional de los diferentes países, y la producción mundial como la suma de la producción interna de los diferentes países. <<

[8] En términos anglosajones se habla de national wealth o national capital. Evitaremos utilizar la frase «riqueza nacional», ya que en francés la palabra richesse frecuentemente se utiliza de manera ambigua —aún más que la palabra en inglés wealth—, algunas veces para designar un flujo (las riquezas producidas en el transcurso del año) y otras veces para designar un acervo (la riqueza como patrimonio total que se posee en un determinado tiempo). En los siglos XVIII y XIX era frecuente que los autores franceses hablaran de fortune nationale, y los autores ingleses de national estate (recordemos que, en inglés, la palabra estate designa el total del patrimonio, ya sea que se trate de los bienes inmobiliarios —real estate— o de los otros bienes —personal estate—). Siempre se trata del mismo concepto. [En la traducción al español se ha usado casi siempre el término «riqueza» para referirse a patrimoine, aunque en algunas ocasiones se optó por dejar «patrimonio». N. del t.]. <<

[9] Se usan esencialmente las mismas definiciones y categorías de activos y obligaciones fijadas por las normas internacionales vigentes de contabilidad nacional, aunque con ligeras diferencias que se precisan y discuten en el anexo técnico. <<

[10] Todas las cifras detalladas por país pueden consultarse en los cuadros disponibles en línea en el anexo técnico. <<

[11] En la práctica, el ingreso mediano (es decir, el ingreso por debajo del cual se encuentra la mitad de la población) suele ser del orden de 20-30% más bajo que el ingreso promedio. Esto se debe al hecho de que la parte alta de la distribución es mucho más alargada que el resto de la distribución, lo que aumenta la media (pero no la mediana). Precisemos asimismo que el ingreso nacional por habitante corresponde a un concepto de ingreso medio antes de impuestos y transferencias. En la práctica, los habitantes de los países ricos han elegido dedicar entre una tercera parte y la mitad de su ingreso nacional a los diversos impuestos, contribuciones y tarifas que permiten financiar los servicios públicos, la infraestructura, la protección social, buena parte de sus gastos en salud y educación, etc. El tema de los impuestos y los gastos públicos será analizado sobre todo en la cuarta parte del libro. <<

[12] Comparada con esas magnitudes, la tenencia de billetes y monedas (incluidos en los activos financieros) representa cantidades minúsculas: unos cientos de euros por habitante, y algunos miles si se incluye el oro, la plata y los objetos de valor; es decir, en total 1-2% de la riqueza. Véase el anexo técnico. Además, los activos públicos son similares a las deudas públicas, por lo que no es absurdo considerar que los hogares poseen esos activos a través de sus activos financieros. <<

[13] La fórmula α = r × β se lee «α es igual a r por β». Además, «β = 600%» es equivalente a «β = 6», así como «α = 30%» es equivalente a «α = 0.30» y «r = 5%» es equivalente a «r = 0.05». <<

[14] Preferimos hablar de «tasa de rendimiento del capital» más que de «tasa de beneficio», por una parte porque el beneficio no es más que una de las formas jurídicas que adquieren los ingresos del capital, y por la otra porque la expresión «tasa de beneficio» se utilizó a menudo de manera ambigua, a veces para designar en efecto la tasa de rendimiento, y otras —sin razón— para el porcentaje de los beneficios en el ingreso o la producción (es decir, para indicar lo que aquí se denota por α y no r, que es muy diferente). Algunas veces se utiliza la expresión «tasa marginal» para indicar la participación de los beneficios α. <<

[15] Los intereses representan una forma muy particular de ingresos del capital, y ésta es mucho menos representativa, por ejemplo, que los beneficios, las rentas o los dividendos (que constituyen montos mucho más importantes que los intereses, si tomamos en cuenta la composición promedio del capital). La «tasa de interés» (que además varía enormemente conforme a la identidad del prestatario) no es pues representativa de la tasa promedio de rendimiento del capital, y a menudo es netamente inferior a ella: esta noción nos será útil sobre todo para analizar la deuda pública. <<

[16] La producción anual a la que nos referimos aquí corresponde a lo que a veces se denomina el «valor agregado» de la empresa, es decir, la diferencia entre el producto de sus ventas de bienes y servicios (el «volumen de negocios») y el costo de sus compras de bienes y servicios a las demás empresas (el «consumo intermedio»). El valor agregado mide la contribución de la empresa a la producción interna del país. Por definición, calcula también las sumas de las que dispone la empresa para remunerar el trabajo y el capital utilizados para esa producción. Aquí nos referimos al valor agregado neto de la depreciación del capital (es decir, después de haber descontado los costos vinculados con el desgaste del capital y de los equipos) y a los beneficios netos de depreciación. <<

[17] Véase en particular Robert Giffen, The Growth of Capital [El crecimiento del capital], G. Bell, Londres, 1889, 169 pp. Para referencias bibliográficas más detalladas, véase el anexo técnico. <<

[18] La ventaja de las nociones de riqueza e ingreso nacional es que dan una visión más equilibrada del enriquecimiento de un país que el concepto de producto interno bruto, el cual en ciertos aspectos es demasiado «productivista». Por ejemplo, en el caso de una fuerte destrucción vinculada con una catástrofe natural, tomar en cuenta la depreciación del capital puede llevar a una reducción del ingreso nacional, aun cuando el PIB aumentaría por las obras de reconstrucción. <<

[19] Para una historia de los sistemas oficiales de cuentas nacionales desde la segunda Guerra Mundial, escrita por uno de los principales artesanos del nuevo sistema adoptado por Naciones Unidas en 1993 (sistema llamado SNA 1993, que es el primero en proponer definiciones armonizadas para las cuentas de capital), véase A. Vanoli, Une histoire de la comptabilité nationale [Una historia de la contabilidad nacional], La Découverte, París, 2002, 656 pp. Véanse asimismo los instructivos testimonios de R. Stone, «The Accounts of Society» (Nobel Memorial Lecture, 1984, publicada en el Journal of Applied Econometrics, John Wiley & Sons, vol. 1, núm. 1, enero de 1986, pp. 5-28; Stone es uno de los pioneros de las cuentas británicas y de la ONU de la posguerra), y de F. Fourquet, Les Comptes de la puissance. Histoire de la comptabilit é nationale et du plan [Las cuentas de la potencia. Historia de la contabilidad nacional y del plan], Recherches, París, 1980, 384 pp. (recopilación de testimonios de los actores de las cuentas nacionales francesas de los Treinta Gloriosos, 1945-1975). <<

[20] Angus Maddison (1926-2010) fue un economista británico especializado en la reconstitución de cuentas nacionales a nivel mundial en periodos muy largos. Debe señalarse que las series históricas de Maddison se refieren únicamente al flujo de producción (PIB, población y PIB por habitante) y no dicen nada sobre el ingreso nacional, el reparto capital-trabajo o el acervo de capital. Sobre la distribución mundial de la producción y del ingreso, véanse también los trabajos pioneros de François Bourguignon y Branko Milanovic. Véase anexo técnico. <<

[21] Presentamos aquí las series que se inician en 1700, pero las estimaciones de Maddison se remontan hasta la Antigüedad. Los resultados obtenidos sugieren que Europa empezó a despegarse del resto del mundo hacia 1500. En contraste, alrededor del año 1000 la comparación favorecía ligeramente a Asia y África (en particular al mundo árabe). Véanse las gráficas suplementarias S1.1, S1.2 y S1.3 (disponibles en línea). <<

[22] A fin de simplificar la exposición, incluimos en la Unión Europea a los pequeños países europeos —Suiza, Noruega, Serbia, etc.—, los cuales están rodeados por la UE pero aún no son miembros (stricto sensu, la población de la UE en 2012 era de 510 millones y no de 540 millones). Asimismo, Bielorrusia y Moldavia fueron incluidas en el bloque Rusia/Ucrania. Turquía, el Cáucaso y Asia Central se incluyen en Asia. Las cifras detalladas país por país se encuentran disponibles en línea. <<

[23] Véase el cuadro suplementario S1.1 (disponible en línea). <<

[24] Sucede lo mismo con Australia y Nueva Zelanda (con apenas 30 millones de habitantes, es decir, menos del 0.5% de la población mundial, pero con un PIB por habitante de 30 000 euros), que para simplificar incluimos en Asia. Véase el cuadro suplementario S1.1 (disponible en línea). <<

[25] Si se hubiera utilizado la tasa de cambio normal de 1.30 dólares para convertir el PIB estadunidense, los Estados Unidos aparecerían casi 10% más pobres, y su PIB por habitante pasaría de 40 000 euros a cerca de 35 000 (lo que en realidad sería una mejor medida del poder adquisitivo del turista procedente de Europa). Véase el cuadro suplementario S1.1 (disponible en línea). Las estimaciones oficiales de las paridades del poder adquisitivo, tomadas de las investigaciones del ICP (International Comparison Programme), son realizadas por un consorcio de organizaciones internacionales (Banco Mundial, Eurostat, etc.) y abordan a cada país por separado. Existen variaciones en la zona euro (la paridad euro/dólar de 1.20 indicada aquí es una paridad promedio). Véase el anexo técnico. <<

[26] La baja tendencial del poder adquisitivo del dólar respecto del euro, desde 1990, corresponde simplemente al hecho de que la inflación ha sido ligeramente más elevada en los Estados Unidos (en 0.8% por año, es decir, casi 20% a lo largo de un periodo de 20 años). Las tasas de cambio corrientes que se muestran en la gráfica I.4 son promedios anuales y, por consiguiente, suprimen la enorme volatilidad de muy corto plazo. <<

[27] Véase el anexo técnico. <<

[28] Ésta es la explicación habitual (del modelo llamado de Balassa-Samuelson), que parece explicar bastante bien por qué la corrección PPA (paridad del poder adquisitivo) es superior a uno para los países pobres en comparación con los ricos. Sin embargo, dentro de los países ricos, las cosas son menos claras: el país más rico (Estados Unidos) tenía una corrección PPA superior a uno hasta los años de 1970, pero se volvió inferior a uno desde la década de 1980-1990. Excluyendo errores de medición, una posible explicación sería la mayor desigualdad de los salarios en los Estados Unidos en el periodo reciente, lo que induciría precios inferiores en los servicios intensivos en trabajo poco calificado y en los bienes no intercambiables en el ámbito internacional (de la misma manera que les sucede a los países pobres). <<

[29] Véase el cuadro suplementario S1.2 (disponible en línea). <<

[30] Elegimos retomar las estimaciones oficiales para el periodo reciente, pero es muy posible que los próximos estudios de ICP lleven a reevaluar el PIB chino. Acerca de esta controversia Maddison/ICP, véase el anexo técnico. <<

[31] Véase el cuadro suplementario S1.2 (disponible en línea). El porcentaje de la UE pasa de 21 a 25%; el del bloque de los Estados Unidos/Canadá, de 20 a 24%, y el de Japón, de 5 a 8%. <<

[32] Desde luego, esto no significa que cada continente funcione de forma aislada: los flujos netos ocultan importantes participaciones cruzadas entre todos los continentes. <<

[33] Esta cifra promedio de 5% para el continente africano se observó relativamente estable a lo largo del periodo 1970-2012. Es interesante señalar que este flujo saliente de ingresos del capital es tres veces superior al flujo entrante de ayuda internacional (cuyo cálculo se presta además a discusión). Sobre el conjunto de estas estimaciones, véase el anexo técnico. <<

[34] Dicho de otro modo: la participación de Asia y África en la producción mundial era inferior a 30% en 1913, y su participación en el ingreso mundial era más cercana a 25%. Véase el anexo técnico. <<

[35] Desde la década de 1950-1960 es bien conocido el hecho de que la acumulación de capital físico no explica sino una pequeña parte del crecimiento de la productividad a largo plazo, y que lo esencial resulta de la acumulación de capital humano y nuevos conocimientos. Véase en particular R. Solow, «A Contribution to the Theory of Economic Growth», op. cit. Los recientes artículos de C. Jones y P. Romer («The New Kaldor Facts: Ideas, Institutions, Population and Human Capital», American Economic Journal: Macroeconomics, American Economic Association, vol. 2, núm. 1, enero de 2010, pp. 224-245) y de R. Gordon («Is U. S. Economic Growth Over? Faltering Innovation Confronts the Six Headwinds», NBER Working Paper, National Bureau of Economic Research, agosto de 2012) constituyen útiles puntos de entrada a la voluminosa literatura económica contemporánea dedicada a los determinantes del crecimiento a largo plazo. <<

[36] Según un estudio reciente, las ganancias estáticas de la apertura de China y la India al comercio mundial no serían más que de 0.4% del PIB mundial, 3.5% del PIB para China, y 1.6% del PIB para la India. Tomando en cuenta los enormes efectos redistributivos entre sectores y países (con muy importantes grupos de perdedores en todas las naciones), parece difícil justificar la apertura comercial (de la que, sin embargo, los países parecen partidarios) únicamente con semejantes ganancias. Véase el anexo técnico. <<