POR QUÉ MATARON A KARL VON SPRETI[2]

Soy consciente de que este reportaje contiene páginas estremecedoras, por lo que considero necesario decir que cada una de sus frases está basada en documentos y que mis propias impresiones no constituyen sino una ínfima parte de la totalidad.

El reportaje trata del secuestro y muerte de Karl von Spreti, el embajador de la República Federal de Alemania en Guatemala. Pero no sólo. También es un reportaje sobre el asesinato como instrumento de poder. Y, también, sobre los mecanismos de intensificación del terror en un país en el que ya no son posibles otros métodos de gobierno y dominación colonial.

A causa del asesinato del conde Karl von Spreti, Guatemala se ha convertido por unos días en un país del que se habla en voz alta: una situación de lo más excepcional. Lo cierto es que los verdaderos asesinos trabajan allí en silencio y la propaganda local vela por que ningún grito llegue a los oídos del habitante de Europa, de África o de la propia América Latina.

El sociólogo español Juan Maestre llama a Guatemala «el Vietnam de América Central». Y lo es, pero es un Vietnam al que Estados Unidos no quiere reconocer para no crear un contagioso y molestísimo ejemplo de nación que lucha por su libertad dentro de la esfera del dominio de Washington. Sin embargo, los mecanismos y el sentido de la guerra civil que se libra en Guatemala son los mismos que los de Indochina.

El conde Von Spreti ha caído víctima de esta guerra. Una víctima lógica. Ni mucho menos la primera. Ni mucho menos la última.