ESCENA II
ARMANDA y CLITANDRO
ARMANDA.-Siento mucho, señor, ver cómo las cosas no se ponen demasiado de vuestro parte.
CLITANDRO.-Me esforzaré, señora, con todo mi ardor, para quitaros esa gran pesadumbre del corazón.
ARMANDA.-Temo que vuestro esfuerzo no logre un brillante resultado.
CLITANDRO.-Quizá veáis defraudado vuestro temor.
ARMANDA.-Así lo deseo.
CLITANDRO.-Estoy absolutamente convencido de ello y de que me secundaréis con vuestro apoyo.
ARMANDA.-Sí; voy a ayudaros con todas mis fuerzas.
CLITANDRO.-Vuestro servicio contará con mi gratitud.