Capítulo 16
Elen
Alzo la mirada y observo a Liam apoyado en uno de los arboles que hay junto al lago. Tras irse Adair, hemos venido cogiendo una manta que llevaba Liam guardada en la moto. No hemos hablado mucho, pero si nos hemos besado hasta perder el sentido. Lo observo callado mirando hacia el lago iluminado por la luna.
- Mi madre cree que mi vida se reduce a la heladería y los estudios.
Liam me observa con cariño.
- Por eso salí con ellos.
- No pasa nada Elen.
- ¿No te molesta que…
- Si, pero confío en ti-Me quedo mirando sus ojos verdes y me alzo de su pecho para darle un beso.
- ¿No te preguntas con quien estaré cuando esto termine?-Le pregunto, pues eso me atormenta a mí al pensar en él.
Liam me mira serio.
- No habrá nadie más Elen, conseguiré…
Le pongo la mano en los labios.
- No digas nada…
Liam acepta mi petición y nos quedamos en silencio abrazados, juntos y cada uno sumido en nuestros tormentosos pensamientos.
Nos volvemos a besar sabiendo que tenemos los momentos contados. Nunca me sacio lo suficiente de sus besos, lo minutos pasan como si fueran segundos, y la hora de la despedida es cada vez más amarga por no saber cuándo tendremos otro momento robado para nosotros dos.
Han pasado casi dos meses desde la última noche que pasé con Liam. Desde entonces parece que todo se ha puesto en nuestra contra. El padre de Liam no para de organizarle la vida, y los profesores no paran de mandarnos trabajos que prácticamente me tienen recluida en mi habitación. El poco tiempo que tenemos para estar juntos es la universidad y solo hemos podido vernos unas pocas veces en la biblioteca, el temor a ser descubiertos nos ha hecho separarnos antes de lo que deseábamos. No paro de darle vueltas a si todo esto no es una señal, si el destino nos está indicando que no podemos estar juntos. No paro de darle vueltas y hace tiempo que no he tenido que ocultar mi sonrisa, pues solo aparece cuando estoy con Liam e incluso él ha notado que algo empaña mi mirada, lo peor de todo es que también hay algo que empaña la suya y yo sé lo que es. Su padre no entra a razones, hablamos por teléfono siempre que podemos y me contó que le pregunto por nuestra relación sin decirle mi nombre y de forma hipotética, y este le dijo que haría lo imposible para romperla, que solo aceptaría a su lado alguien que estuviera dentro de su círculo social y desde entonces sospechando que esa historia hipotética fiera cierta por lo que pasó hace años, han puesto vigilancia a Liam en su entorno, y eso ha reducido aun más nuestros encuentros.
Hoy es sábado y el lunes tenemos un examen importante, no paro de repasar y no me parece suficiente, es como si mi mente no fuera capaz de absorber los conocimientos tan rápido como antes.
No consigo dejar de lado mis preocupaciones y centrarme en los estudios. Pese a eso no desisto, aunque me cueste más.
- Elen…-Mi madre toca a la puerta y yo me giro en la silla para mirarla-. Ayer se me olvidó darte esta carta. Es de tu universidad.
Mi madre me la da y se sienta en la cama a esperar que la abra. La miro e intuyo que puede ser, el director ha estado hablado de mí a varias universidades y me comento que varias de ellas estaban interesadas en que vaya estudiar a ellas. Nadie espera que deje de estudiar tras aprobar esta carrera, todos esperan que use mi inteligencia para algo más. ¿Y yo? Estudié una carrera no muy complicada porque era muy joven y no sabía bien a que dedicarme en un futuro, pero desde hace tiempo que he estado leyendo sobre alguna que otra carrera. Y si me he visto decantada por algunas… abro la carta y veo en ella una carta del director y diferentes universidades donde pone que me aceptarían y me concederían una beca de estudios.
- ¿Que es?-Se la doy a mi madre y sus ojos se llenan de lagrimas de la emoción, llama a mi padre y le enseña la carta.
- ¡Esto es fantástico hija! Un día serás alguien importante…
¡Siempre lo he sabido!
Mis padres parecen muy felices y yo sonrío para que no noten lo triste que me siento por dentro, pues una vez más el destino me está indicando que mi camino está lejos de aquí, lejos de Liam.
Mis padres me besan y se van para dejarme estudiar. Al poco entra mi madre y me comenta que se van a pasar la noche fuera con unos amigos. Que volverán mañana. Ya me lo había dicho pero se me había olvidado.
- Si necesitas cualquier cosa llámanos al móvil-Me dice mi madre antes de besarme-. Estoy muy orgullosa de ti.
Tras decir esto se van y yo me siento muy triste, pues ahora sé que pase lo que pase, no puedo defraudar a mis padres. Ellos creen en mi, se que si decido dejar de estudiar lo aceptarían, pero los defraudaría. Ellos esperan que un día sea alguien importante.
¿Y yo? Me pregunto una vez más. A mí me gusta estudiar, pero también me gusta hacer otras cosas y no sentir esta presión por ser siempre la mejor, pues es lo que esperan de mí…
Me meto en la cama algo tarde, sin sueño, mi mente no para de dar vueltas a todo, además echo de menos a Liam, quiero estar con él, disfrutar de su compañía antes de que termine el curso…siento como si el día que el curso termine, cambie todo para siempre entre él y yo.
Me remuevo inquieta en la cama y al final me levanto para hacerme una infusión. Cuando vuelvo con ella escucho el móvil sonar y a estas horas solo puede ser Liam, dejo la taza en el lugar más próximo y lo cojo.
- Buenas noches-Le digo con una sonrisa asomando en mi rostro.
- ¿Estabas despierta?
- Si, no podía dormir. ¿Y tú?
- Yo he conseguido escapar sin mis niñeras… ¿Puedes bajar?
- ¿Puedes tu subir?
- ¿Estás sola?
- Si.
- Estoy en la parte trasera.
- Voy.
Voy corriendo hasta la habitación y cuando abro la ventana Liam ya me está esperando y entra enseguida, nada más cerrar la ventana me refugio en sus brazos. Nuestras bocas no tardan en buscarse, y esta vez lo hago desesperadamente. Hace tanto que no estamos solos…que no nos besamos con miedo a que nos descubran.
Las manos de Liam me abrazan y yo a él, pero ya no es suficiente, tengo tanta necesidad de él que nuestros besos, nuestro abrazo ya no me son suficientes, no sé cuando mi mente decidió que había llegado el momento para dar un paso más, pero así lo siento. Quiero este recuerdo de él. Sé que si tengo que decirle adiós, no me imagino con otra persona en mi primera vez.
Introduzco mi mano nerviosa por debajo de su camisa, no sé muy bien cómo hacer esto, pero Liam se separa notando que algo ha cambiado en mi.
- Elen…
Lo miro sonrojada.
- Liam yo…-Me muerdo el labio y él acaba atrayéndome con los suyos.
- Si sigues con esas caricias no respondo…
- ¿Y si no quiero que te detengas?
Ya lo he dicho, noto como si los pies me fueran a dejar de sostener en cualquier momento, una parte de mi me grita que estoy loca, pero otra mucho más grande, se muere de ganas de por estar unida a él. Pues lo amo.
- ¿Estas segura?
Asiento y Liam me tiene una mano y me lleva hacia mi cuarto.
- ¿Tus padres?
- No vienen hasta mañana…
Liam me mira serio y yo me alzo y le beso temiendo que pueda ver algo en mis ojos que le haga echarse atrás, y al parecer el beso surte efecto pues Liam no tarda en abrazarme y en devolverme el beso con pasión. Noto enseguida el cambio que se ha producido en él y todo lo que ha estado conteniéndose este tiempo. Sus manos acarician mi espalda y no tardan en adentrarse bajo mi camiseta. Por donde van pasando me van abrasando, mis sentidos están alerta para no perder detalle de este momento. Yo hago lo mismo y meto una mano bajo su camisa, y acaricio su cálida piel. Esta cálida y dura por los músculos, lo acerco más a él y solo me separo cuando Liam me quita la camiseta del pijama y luego su camisa blanca. Cuando lo veo ante mí así paso mis dedos por su pecho y lo acaricio deseando poder memorizar su cuerpo, como llevo años haciéndolo con mis estudios. Quiero recordar cuando no estemos juntos, cada peca, cada caricia…todo…
Liam me da un beso en la frente y yo observo sus ojos verdes, esos que tanto me persiguen por las noches.
- Te quiero Liam.
- Y yo a ti.
Su boca vuelve a buscar al mía y nos sumergimos una vez más en esta danza destinada solo para los amantes. No sé cómo he llegado a la cama, pero me gusta la sensación de sentir a Liam sobre mí, aunque él está aguantando su propio peso para no aplastarme, la sensación de protección me arropa y me calma.
Cuando Liam me acaricia y acaba por desprender de mi cuerpo todo atisbo de ropa, lo miro sonrojada, pero feliz. No tarda mucho en besarme por cada rincón de mi cuerpo y hacer que con cada beso me pierda aun más en este placer. Mis ojos están nublados cuando él se pone sobre mí y sin dejar de mirarme culmina el acto con una delicadeza extrema y sellando para siempre nuestra unión pase lo que pase el día de mañana. Nadie nos podrá quitar este recuerdo…nos amamos siendo uno y sabiendo que pase lo que pase, siempre lo seremos al pensar el uno en el otro. Nunca habrá para mi nadie como Liam.
Me despierto y noto las caricias de Liam por mi espalda, me acerco más él y sonrío con algo de vergüenza al recordar lo que ha pasado.
- ¿Estas despierta?
- Si. ¿Cuanto tiempo tienes?
- Antes de amanecer tengo que estar en mi cuarto. Es allí donde creen que estoy.
Noto la voz de Liam pensativa y me levanto un poco para verle la cara.
- ¿Que pasa?
- Mi padre lo ha predispuesto todo para que me marche cuando termine la graduación.
Liam me observa y sonrío con tristeza.
- Sabíamos que esto…
- No Elen, aun no me he rendido.
- ¿Y qué puedes hacer? Nunca te dejaría renunciar al reino, antes me iría de tu vida, eres lo que eres Liam y no puedes cambiarlo.
Al pensar en este pienso en la carta que leí antes, yo también soy lo que soy y no puedo cambiarlo, esto solo ha sido un paréntesis en nuestras vidas.
Me levanto y tomo mi ropa para vestirme, cuando lo hago cojo la carta y se la tiendo a Liam.
Liam se incorpora y la lee, cuando termina me sonríe con tristeza.
- ¿Que vas a hacer? Tienes talento para seguir estudiando, nunca me interpondría en tu camino.
- Lo sé.
Nos quedamos mirándonos en silencio, ambos sabiendo la verdad. Ninguno se interpondrá en el camino del otro, nos queremos lo suficiente como para no hacernos renunciar a lo que somos. Los ojos se me llenan de lágrimas y me cuesta mucho esconderlas.
- Ven aquí Elen.
No dudo en hacerlo y cuando me abraza no puedo evitar derramar por su perfecto pecho las lágrimas que tanto tiempo he estado reteniendo.
- A veces me pregunto si lo mejor hubiera sido que no hubiera vuelto, me duele verte sufrir…ojala tuviera una solución…
- Yo me alegro que volvieras. No cambiaría este tiempo juntos por nada.
Liam me alza la cara y me seca las lágrimas para después basarme, pero antes de hacerlo he visto tal tristeza en sus ojos verdes, que me ha partido el corazón aun más.
- Aun tenemos tiempo…
Cuando lo dice una pregunta instantánea se forma en mi mente. ¿Cuánto? No lo sé, pero siento que esto es una despedida y eso hace que nuevas lágrimas caigan por mi mejilla.
Liam
Bajo a la salita donde me han dicho que encontraré a Bianca y la veo tomando el té mirando distraída por la ventana. En la universidad quiere aparentar que está bien, pero cuando nadie la ve puedo ver como sus ojos azules muestran tristeza. Eso hace que me sienta peor por lo que voy a decirle. Pero las clases están terminando y no quiero que Elen se vaya a estudiar fuera sin que hayamos dejado todo claro y yo haya hecho o posible como para que podamos estar juntos.
- Bianca -Se gira y me sonríe-. Tenemos que hablar.
- Intuyo que es-Se levanta y cierro la puerta-. Que nuestra farsa no puede seguir…
- Lo siento, pero voy a decirle a mi padre la verdad.
- No pasa nada. Recogeré mis cosas…
- Puedes quedarte aquí si quieres…
- Cuanto antes me vaya mejor. ¿Vas hablar ahora con él?
- Si.
- Suerte Liam.
Asiento y salgo hacia el despacho de mi padre. Esta mañana hemos tenido clase, y el último examen. No he podido ver a Elen desde lo que pasó el sábado, pero no he dejado de pensar en ella.
Me niego a pensar que fue una despedida, pues eso es lo que siento desde que a dije adiós.
Entro en el despacho de mi padre y lo veo hablando por el teléfono.
- Te llamo luego-Mi padre cuelga y me observa serio-. Por tu cara intuyo que tienes algo importante que decirme.
- Intuyes bien-Cierro la puerta y me pongo antes su despacho sin dejar de mirarlo.
- No voy a casarme con Bianca.
Mi padre se ríe.
- Eso es lo que tú te crees.
- No puedes obligarme.
- ¿Y se puede saber por qué?
- Es simple, no es a ella a quien amo.
- ¿Otra vez se repite la misma historia Liam? ¿Estás pensando dejar el trono?
Mi padre trata de parecer calmado, pero sus ojos dicen otra cosa muy distinta.
- Lo he pensado, pero sé que me perseguirías allí donde fuera.
- Piensas bien.
Mi padre abre un cajón y saca un sobre, luego lo abre y pone ante la mesa varias fotos, las observo y un musculo se contrae en mi mejilla. Son fotos mías con Elen, donde salimos abrazados, o besándonos y luego hay fotos de Elen sola cuando estaba trabajando. La han mandado investigar.
- ¡¿Se puede saber qué es esto?!-Bramo enfadado-. No tenías ningún derecho a investigarla.
- Si lo tengo, cuando mi reino está en peligro.
- ¡No lo estaría si dejaras que me casara con ella! Pero no, tú prefieres llevar todo al extremo e investigarla. ¿Y qué has sacado de ella? ¿Que es una buena hija y ayuda a sus padres? ¿Que no es egoísta? ¿Que tiene una gran inteligencia? ¿Que me quiere?
¿Dime padre que has visto tan malo en ella que no puede ser perfecta para ti?
La puerta se abre y aparece mi madre, se pone a mi lado y nos observa.
- Se escuchan vuestros grito en todo el palacio-Comenta exagerando. Yo no dejo de mirar a mi padre.
- Sabes que te quiero padre, pero ahora mismo solo puede mirarte con odio. Creía que confiabas en mi buen criterio.
¿Esperas que pueda llevar un reino, pero no que elija con quien?
- No sabes lo que dices Liam, ella solo es una chica que te ha dado un tiempo de libertad, pero ella no es una mujer para ti. El amor pasa y luego solo queda la cabeza. Si ella no está preparada para ser reina, acabará marchándose. Quieres que ella sea reina Liam, algo que a ti te ha costado años aprender, aceptar y asimilar. ¿No crees que le estas pidiendo demasiado?
- Tú no sabes nada.
- Yo solo sé que mi hermano nos dejó todo sin importar que yo no tuviera hijos. Que pese a saber lo que nos costó concebirte, nunca fue capaz de decir que sus hijos podrían heredar. Su mujer no quería y él la siguió. Renuncio a todo por ella.
- Hizo bien.
- ¿Te crees que a mí me gusta levantarme y tener que tomar decisiones Liam? ¿Que no estoy cansado de todo esto? Pero dime ¿que pasa si renuncio a todo y lo dejo? ¿Que pasa? No puedo hacerlo, yo como tú no tengo más opción.
Miro a mi madre y ella mira con cariño a mi padre.
- Tu padre y yo nos queremos Liam, yo aprendí a quererlo con los años, no nos amamos es cierto, pero se estar a su lado, muchas veces tu padre delega muchas responsabilidades del reino en mi. Solo te estamos tratando de aconsejar…
- Elen podría…
- Elen solo tiene dieciocho años Liam. Si le dices que lo deje todo por ti lo haría, he sabido de vuestra historia por tu padre.
Pero ella debe seguir su camino, y crecer, madurar, y hacerse una mujer. Tal vez un día vuelva…
- ¿Y esperareis a que ella vuelva? ¿A que sea digna del reino?
- No si el reino está en peligro-Comenta mi padre-. Tal vez ella nunca sea digna. O nunca esté preparada para volver sabiendo lo que le espera a tu lado.
- Ella es digna para mí. Es lo único que importa.
- Liam…
- Déjame madre.
Salgo del despacho y voy hacia mi moto para irme de aquí.
Cuando salgo del palacio y paso por la casa de Elen miro a ver si la veo, pero la heladería está llena de gente y ahora mismo necesito estar solo. Me siento como si no tuviera nada que decir, como si todo estuviera ya decidido. Siento tal impotencia, que no puedo pensar con claridad. Solo tengo una cosa clara, no pienso renunciar a Elen. Pero en el fondo, pese a mi enfado sé que mis padres por una vez tienen razón. Elen me ha elegido a mí, pero no a mi reino. ¿Le estoy pidiendo mucho al estar a mi lado?
Elen
Termino de recoger unas mesas y voy hacia la barra. Siento una opresión en el pecho y un malestar interior desde que me levanté.
- ¡Tu! ¡No me lo puedo creer! No eres más que una golfa.
Miro hacia la puerta y veo a Roberta gritando y mirándome.
- Que calladito te lo tenias-Lanza unas fotos a una de las mesas y mi madre las toma. Al mirarlas veo que en ella salimos Liam y yo besándonos apasionadamente. ¿De dónde ha sacado esto Roberta? Me tenso y me apoyo en la barra para no caerme.
- ¿Quien te ha dado esto?- Pregunto.
- Tengo contactos en el palacio. ¿No lo sabías?
- No tienes ningún derecho a venir aquí…
- Unas bonitas fotos… ¿Tienes algo más que decir?-Dice mi madre calmada.
- ¡Su hija es una cualquiera!
- No acostumbro a golpear a mis clientes, pero vuelve a insultar a mi hija y no lo dudaré- Roberta se calla y yo voy hacia donde esta mi madre.
- Lo que yo haga no es asunto tuyo-Trato de ser fuerte y mi madre me pasa una mano por la cintura dándome su apoyo.
- Él nunca será para ti, mi contacto escucho como el rey le decía a Liam que no eres lo suficiente buena para él. Más te vale que te largues. Aquí nunca has pintado nada.
Roberta me mira con rabia y empieza a irse.
- ¿Que es lo que te da más rabia? ¿El saber que Liam nunca será tuyo? ¿O el que yo sea mucho mejor que tu aun sin tener la posición que tú tienes? Prefiero estar donde estoy, si estar en tu posición es compararme con gente como tú. No me llegas a la suela de los zapatos, no eres más que una mimada egoísta. Nunca seré como tú.
- Él será mío.
- No si yo puedo evitarlo-Comenta una mujer en la puerta.
La miro y veo que se quita las gafas y observa a Roberta.
- Alteza -Roberta inclina la cabeza.
- Gracias por estropearme el disfraz.
La reina se quita el pañuelo que llevaba en el pelo y las gafas. Su pelo rubio le cae por los hombros y sus ojos marrones miran a Roberta con seriedad. Esta finalmente sabiendo que ha perdido, se aleja.
- Ah Roberta, tu contacto en mi casa ha sido despedido.
Sospechaba de ella y la han visto robando las fotos. Lo digo por si quieres contratarla en tu casa.
Roberta asiente y se marcha.
Yo me doy cuenta de que mi madre y mi padre están a mi lado, la gente del local conforme entra la reina inclinan la cabeza, cuando llega a nosotros le aguanto la mirada sin saber que hace aquí y inclino la cabeza ante ella.
- Elen, me gustaría mucho poder hablar contigo.
- Como usted guste, alteza.
Empiezo a subir la escalera siguiendo a la reina, veo que mi madre nos sigue, agradezco su apoyo y cuando llegamos al salón mi madre va a servir unas pastas.
- Siento si la casa…
- Es perfecta, no se preocupe.
- Ha venido hablar de Liam.
- Si. De vuestras relación.
- Se lo que me va a decir-Sonrío con tristeza y mi madre me observa con cariño. Me sabe mal que se haya enterado de todo así. Creo que a Liam y a mí se nos ha ido de las manos todo esto.
Ambos sabíamos que no había futuro para nuestra relación y que la reina se haya tomado la molestia de venir a mi casa, lo deja bien claro-. Que nuestra relación no tiene futuro.
La reina me mira y dejo de verla como la reina y me parece más una madre preocupada por su hijo.
- Elen, nada me gustaría más que ver a Liam feliz…pero su padre no dejará que hoy por hoy esteis juntos. Y sé que Liam renunciaría a todo por ti. He visto las fotos y nunca he visto a Liam mirar a nadie como te mira a ti. No hace falta explicar nada tras ver las fotos. Él te quiere y tu a él. Pero no es suficiente. Al menos no ahora.
Asiento.
- Yo nunca le pediría que renunciara a su reino, es parte de él. No me gusta que sea príncipe no se confunda, me gustaría que fuera un joven más, pero no lo es…
- No, no lo es. Soy madre antes de que reina, pero eso no me hace poder mirar hacia otro lado cuando mi reino corre peligro.
- Se que Liam es el único heredero.
- Lo intuía-La reina me toma la mano y su calidez me reconforta-. Elen, eres muy lista y tendrás un futuro brillante, mejor que muchas de las amistades con las que se rodea mi marido. Sé que serás alguien importante. Tal vez un día puedas ser digna de mi hijo a los ojos de su padre el rey. Y tal vez un día estés preparada para lo que conlleva estar al lado de Liam.
- Pero no sabemos cuándo será eso.
- No, y si el reino corriera peligro…
- Liam debería elegir esposa.
- Si. Pero ahora contigo cerca, él no piensa en su reino. Tú aun tienes una vida que vivir, madurar y elegir si este reino es tu camino. Ya sé que Liam si lo es para ti, pero él no viene solo.
Tomo aire, pues yo también me he dado cuenta. Y sé que no estoy preparada para ser reina, no me siento preparada, dignada de una carga tan importante.
- No pienso interponerme entre Liam y su reino.
Noto como una lágrima cae por mi mejilla pero respiro hondo para que no caigan más.
- Siempre supe que un día tendría que decirle adiós.
- Elen…tal vez con el tiempo.
- Eso no lo puede saber ni usted, ni nadie. Tal vez cuando yo esté preparada él se haya cansado de esperar…o haya tenido que casarse con otra.
- Lamentablemente eso es algo posible.
La reina mira a mi madre y luego a mí.
- Solo prométame una cosa-La reina me observa intriga-.
Ayúdelo a elegir una buena reina, alguien que lo quiera a él por encima de su título. Alguien… que lo haga feliz.
Se me rompe la voz pero tomo aire para que las palabras no se me queden rezagadas.
- Lo haré. No tengas duda.
La reina se despide de nosotras y cuando se va mi madre me mira, sin necesidad de decir nada más me abraza y me consuela, al poco llega mi padre y se une a nostras.
- Niña ¿Por qué has tenido que enamorarte de la única persona que no podías tener?
- Díselo a mi tonto corazón-Le contesto a mi madre.
- Elen…Si vas a irte, debes hacerlo cuanto antes. Cuando más tiempo pase más te costará. Si vas a decirle adiós…
- Lo sé-Contesto a mi madre.
Entro en mi cuarto y miro mis cosas.
- Me iré esta noche, si me quedo unas horas más Liam podría venir…no creo que pueda decirle adiós si lo tengo delante. No puedo…
Me siento en la cama y trato de coger fuerzas. Al poco mis padres me ayudan a meter las cosas en la maleta y mi padre me tiende un sobre.
- Me lo dio la reina para ti.
Lo abro y veo fotos mías y de Liam juntos, como él me observaba en clase cuando creía que nadie se daba cuenta y como yo lo miraba disimuladamente. Pero alguien si se estaba dando cuenta. Paso los dedos por su cara y tomo aire para poder seguir adelante.
- Nunca lo olvidaré.
- Tal vez con el tiempo…
Miro a mi padre y no digo nada, termino de hacer la maleta y mi padre va a preparar el coche. Había pensado ir a estudiar cerca de casa de la hermana de mi padre. Pero era algo que me rondaba la cabeza sin tenerlo muy claro. Ahora sé que es la decisión acertada, mi tía ya lo había sugerido cuando le dijo mi padre que estaba interesad en esa universidad.
- Dormiremos en hotel y mañana seguiremos el viaje. ¿Estas segura de que es lo que quieres?-Miro a mi padre sin saber que decirle-. Lo siento Elen.
Cuando mi madre saca la maleta me quedo sola en mi cuarto y miro la cama donde hace tan poco tiempo fui amada por Liam.
Meto la mano en el bolsillo de mi chaqueta y todo su pequeño rodillo. Ojala todo hubiera sido diferente. Saco el móvil y marco su número por última vez. Respiro varias veces y espero que mi voz suene serena, no quiero que mis últimas palabras hacia él sean llorando. No quiero que su último recuerdo mío sea así. Pero mis ojos piensan otra cosa y cuando escucho su voz una lágrima de despedida se desliza por mi mejilla. Nunca podré olvidarlo.
Nunca podré dejar de amarlo. Y sé que pese a que mi corazón me ha hecho amar a un príncipe que no era para mí, no podía haber encontrado un hombre mejor a quien entregárselo.
Liam
Empiezo a conducir de vuelta a casa de Elen, no tengo claro que haremos, pero no pienso aceptar mi reino si no es con ella a mi lado. Mi padre al final tendrá que aceptarlo.
Noto que el móvil me vibra y al principio creo que lo que sentido es el aire, pero cuando vuelvo a sentirlo paro en el arcén y lo saco. Veo que es Elen y me preocupa que me llame.
- ¿Elen?
- Hola Liam…
- Iba a tu casa, quiero hablar contigo.
- Yo…Liam ¿prométeme que pase lo que pase no dejaras tu reino?
Me tenso.
- ¿A qué viene esa pregunta? Yo no quiero un reino si tu…
- Yo…Liam…a veces no puede ser lo que se quiere…yo nunca te pediría que dejaras tu reino por mi…y yo no estoy preparada…
- Elen voy para tu casa, es mejor hablar calmados.
- Nunca querré a nadie como a ti…nunca te olvidaré…-La voz de Elen se rompe.
- ¡Elen!-Escucho que me cuelga y le llamo sin perder tiempo, pero ha apagado el móvil. Me subo en la moto y conduzco hacia la casa de Elen desesperado, pues siento el peso de su adiós.
Cuando aparco llamo al timbre sin tener cuidado por si alguien puede verme, ya todo me da igual.
Cuando no me contesta nadie voy hacia la parte trasera y subo las escaleras, al llegar a la ventana la fuerzo y al final cede.
Y la puedo abrir, entro y veo todo apagado, voy hacia el cuarto de Elen y cuando entro me invade su perfume, enciendo la luz, pero no hay nada de ella, el armario está abierto y se nota la falta de ropas en el. Observo mejor la estancia y veo sobre la cama su móvil. Lo cojo y me quedo mirándolo con la confirmación que haya ido donde haya ido, ha decidido dejar el pasado atrás.
Me siento en la cama con el móvil en la cama y con un gran vacío en mi interior. Ella ha tomado la decisión por los dos, ¿acaso no podía esperar? ¿A qué? Pregunta mi mente. Ella siempre vio el final antes que yo. ¿Y ahora qué? No lo sé. Me siento verdaderamente perdido y por primera vez, me gustaría que alguien hubiera planeado esto en mi vida y que me dijera cual es mi siguiente movimiento para estar a su lado. Pero esto es la vida, esa que siempre he anhelado vivir. Esta vez he decidido esto, por primera vez he amado a quien he querido y he sido feliz junto a quien he elegido y pese al dolor que ahora siento por su partida, no me arrepiento de mi decisión. Aunque ahora no sepa hacia donde tengo que ir… ¿Acaso nuestro destino siempre fue este? Me niego a creer eso…
Llego a mi casa y al entrar a mi cuarto observo a mi padre sentado en una de mis sillas junto con mi madre. Al verme se levanta y me mira con sus fríos ojos verdes.
- Ha llegado el momento que aceptes tu papel como futuro rey Liam. Ya es hora de que pienses como príncipe.
- Y que olvide al hombre ¿no?
Mi padre no dice nada pero se la respuesta. Si. Ha llegado el momento de que sea su príncipe perfecto, alguien al que pueda moldear su antojo…Alguien que olvide que por unos meses me sentí libre.