Conocimiento en espiral

Los capítulos sobre Zeus, Poseidón y Hades siguen un patrón espiral: la primera curva de la espiral es conocer al dios y su mitología; la siguiente es el patrón arquetípico, la tercera es ver cómo el dios o el arquetipo influye en la vida de un hombre; los conflictos psicológicos característicos forman la siguiente, y la última es la que hace referencia a la forma como puede que crezca un hombre que viva conforme al patrón de un dios en particular.

Al igual que una composición musical o un poema, la forma espiral es un acorde temático o tema que está presente en cada uno de los movimientos, cada curva se expande y a la vez profundiza en el significado del dios-arquetipo para el lector. En cada giro se vuelve a presentar al mismo dios y en cada repetición su imagen se vuelve a encarnar y se ve en más dimensiones.

La forma espiral invita a trabajar a los dos hemisferios de nuestro cerebro: la comprensión que llega a través del izquierdo procede de nuestra mente lineal, que absorbe información a través de la lógica y de las palabras; el hemisferio derecho está en contacto con las imágenes, las sensaciones, los recuerdos y los sentimientos personales y colectivos, en el tiempo y en la eternidad, a los cuales no les impone ni orden ni lógica. El “¡ajá!” llega cuando se produce una conexión desde el derecho al izquierdo o a la inversa, y de pronto se nos aclara una información; entonces conocemos algo en muchos planos y nos conmueve o afecta eso que ya conocemos.