La ciencia se ha transformado radicalmente y su influencia económica, política y social es cada vez mayor. El siglo XX generó nuevas modalidades de ciencia: la macrociencia (Big Science) y la tecnociencia. El cambio es tan profundo que se ha producido una revolución tecnocientífica, aunque en un sentido diferente al de Kuhn. La actividad tecnocientífica se caracteriza por una estrecha vinculación entre científicos, ingenieros, técnicos, empresarios, políticos y, en muchos casos, instituciones militares.

Las tecnociencias transforman ante todo a las sociedades, son indispensables para el poder y su emergencia suscita continuos conflictos de valores en las comunidades científicas y en otros sectores sociales. Tras analizar con detalle el desarrollo de las macrociencias y tecnociencias en el siglo XX (proyecto Manhattan, primeros ordenadores, exploración espacial, nuevas tecnologías de la información, proyecto Genoma, etc.) y caracterizarlas filosóficamente, este libro se centra en el análisis de la actual estructura de la práctica científica (informe Bush, sistemas nacionales de ciencia y tecnología, nuevo contrato social de la ciencia) y en la pluralidad de valores que guían la actividad tecnocientífica.