—Ya lo sé. Sólo era una broma.
Dexter, tras unos quince segundos de silencio, dijo:
—¿Sabes lo que vamos a hacer, Buddy?
—No.
—Lanzaremos un par de cartuchos de dinamita a lo alto del bloque de hielo. Y si el monstruo está ahí arriba...
—¡Saltará en pedazos! —exclamó Hobson.
—Exacto —sonrió Dexter.
—¡Manos a la obra!
Extrajeron sendos cartuchos de dinamita de sus respectivas bolsas y encendieron las mechas.
—Los lanzaremos cuando yo diga, Buddy.
—De acuerdo.
—Al mismo tiempo, ¿eh?
—Sí.
Dexter esperó unos segundos más, con los ojos fijos en la mecha de su cartucho y en la del cartucho de Hobson, y después gritó:
—¡Ahora, Buddy!