A todas las personas que me han ayudado,

animado, soportado, mimado…,

mientras escribía esta novela.

Gracias por estar ahí.

 

A mis padres, a quienes quiero con locura.

 

A Alexis, el niño a quien tanto quiero

y tanto cariño me demuestra.

 

A mi calamar: secretos, recuerdos

y silencios siempre nos acompañarán…