En estas páginas puedes disfrutar de una cena de Navidad con el temible Begbie de Trainspotting y ver cómo reacciona ante el novio de su hermana y el anuncio de su compromiso. También descubrirás que alienígenas adictos a los cigarrillos Embassy Regal tienen el plan de colocar a algunos de sus jóvenes como los nuevos gobernantes de la Tierra. Y no te sorprenderá que dos tíos que pelean por una chica guapa descubran que la amistad entre ellos es más importante. Y te divertirá reencontrarte con «Juice» Terry Lawson, y presenciar lo que sucede cuando tropieza con su antiguo enemigo, Albert Black, en un club nocturno de Miami Beach… Los relatos aquí recopilados muestran en todo su esplendor los rasgos distintivos de Irvine Welsh: imaginación desenfrenada, humor negro y escandaloso, un finísimo oído para el habla cotidiana y la habilidad para crear algunos de los personajes más memorables de la ficción contemporánea.«Toneladas de diversión, frenesí, guarradas» (Sebastian Shakespeare, Tatler).«La obra de Welsh continúa siendo conmovedora, repelente y escandalosamente divertida, todo al mismo tiempo» (Will Shutes, Times Literary Supplement).«Lo primero que llama la atención es la asombrosa energía de la escritura de Welsh, el suspense, la emoción visceral de estos relatos demenciales» (Doug Johnstone, The Independent on Sunday).
Ray Lennox es un joven e inteligente inspector de la policía de Edimburgo que ha resuelto un atroz caso de asesinato. La muerta era una niña de siete años, y el culpable, un asesino en serie por cuyos crímenes anteriores habían sido encarcelados varios pringados más o menos inocentes. Todo ha terminado ya, Lennox ha hecho un excelente trabajo, y ha sido recompensado con unas vacaciones. Que debe tomarse quiera o no, puesto que su desesperada, obsesiva implicación en el caso —que lo remite a un secreto episodio de su pasado— y su depresión posterior han hecho que sus superiores decidan alejarlo por un tiempo, hasta que se recupere. Lennox viaja con su novia Trudi a Miami, se olvida de la cocaína y el alcohol, de los que había abusado en los últimos tiempos, e intenta volver a la normalidad tomando antidepresivos como si fueran caramelos. Trudi es guapa, joven, y se aman, pero comienzan a tener problemas sexuales —puede que por los antidepresivos—, y sociales —ella está demasiado ocupada planeando su boda—. Y, después de una discusión, Roy va a un bar y, tras beber bastante vodka en soledad, se le acercan dos mujeres, Starry y Robyn, con cocaína y muchas ganas de fiesta.Los tres acaban en el piso de Robyn, y cuando están en plena juerga, entre juegos eróticos y nubes de polvos blancos —e intentando no despertar a Tianna, la hija de Robyn, que duerme en su habitación—, llegan al piso dos amigos de las mujeres y se unen a la fiesta. Uno de ellos desaparece muy pronto y reaparecerá en el cuarto y la cama de la niña, que grita desesperada. Y a la mañana siguiente, tras una brutal pelea, el desbande y la desaparición de la madre, Lennox, que había acabado encerrado con Tianna en la habitación de ella para protegerla, se encontrará a cargo de una precoz lolita de diez años, al parecer amenazada por una oscura, poderosa red de pedófilos. Y, para salvarla, el detective no tendrá otra salida que enfrentarse a su propia vida y a los fantasmas del pasado, y actuar en el lado más oscuro de esa América a la que había llegado como turista.«Con Irvine Welsh, nunca sabes con qué vas a encontrarte, además de su inteligencia, que está garantizada. Pero Crimen, y a sus fans les alegrará saberlo, es un triunfo, uno de sus grandes libros. Una inmersión meditada y valiente en las redes de pedófilos y en las mentes que las mueven. Podría haber caído en el puro morbo, en el amarillismo, o deslizarse hacia la moralina, pero tiene el tono justo, y es vigorosa, veraz, irresistible. Crimen no está destinado a ser un libro de culto. Es mucho mejor, y más que eso» (Euan Ferguson, The Observer).«La mejor novela de Welsh en una década, una combinación de realismo negro, sátira y agudeza psicológica imposible de imitar. Y, como siempre, el autor no ofrece respuestas fáciles en esta obra compleja, perturbadora, espléndida» (Publishers Weekly).«Welsh es uno de nuestros grandes conocedores de la depravación, un sabio de la escoria, que excava y saca a la luz nuestras obsesiones más oscuras… Crimen es una novela ambiciosa, seria, inquietante y compasiva al mismo tiempo» (Nathaniel Rich, The New York Tímes Book Review).
El sargento Bruce Robertson no es precisamente un policía modélico. Es un tipo corrupto, misántropo, violento, machista, homófobo y racista. Es un consumidor compulsivo de pornografía, servicios de prostitutas, fast food de lo más grasiento, alcohol y cocaína. Y además se dedica a lanzar rumores malévolos sobre sus compañeros de cuerpo; practica con una de sus amantes peligrosos juegos eróticos que incluyen la asfixia y es capaz de inducir a una menor a la que ha pillado con éxtasis a que le haga una felación.Debido a sus excesos, a Robertson le ha aparecido un imponente sarpullido que invade sus genitales y se extiende sin control, y un incordiante parásito en el intestino que acaba convirtiéndose en la voz de su conciencia. Y mientras su vida se desmorona a pasos agigantados —su esposa ha abandonado el domicilio conyugal con su hijo—, el sargento tiene que investigar el asesinato del hijo de un diplomático africano…Fiel a su habitual contundencia, Welsh nos presenta en esta novela el hundimiento físico y moral de un policía corrupto. Un viaje a lo más abyecto, en el que se mezclan la visceralidad, la violencia y el humor negro
La vida sexual de las gemelas siamesas
Miami. Ciudad de contrastes: aquí conviven los cuerpos esculturales con la obesidad más desbocada. Una de las poseedoras de un cuerpo escultural, la entrenadora personal y experta en fitness Lucy Brennan, se convierte en una heroína local cuando en plena calle desarma a un hombre con una pistola que estaba a punto de matar a dos personas. La prensa sensacionalista la adora y rápidamente pone todo el empeño en convertirla en un fenómeno mediático. También queda prendada de ella una testigo de su actuación, Lena Sorensen, una mujer obesa, obsesa y deprimida.Fascinada por Lucy, Lena quiere contratarla como entrenadora personal para que la ayude a perder unos kilos. Y cuando los destinos de estas dos mujeres antitéticas se cruzan, se pone en marcha una relación cargada de amor loco, obcecación compulsiva y sadomasoquismo, enriquecida con toda una parafernalia de esposas para inmovilizar, dildos y comida, mucha comida, además de un cadáver que habrá que esconder en algún lado. Y, mientras tanto, descubren las dos por televisión la historia de unas siamesas que han decidido operarse para separarse y de paso convertir la intervención quirúrgica en un espectáculo mediático.
Roy Strang, antiguo seguidor ultra de un equipo de fútbol, yace en coma en el hospital. Recibe visitas de los extravagantes y demenciales de su familia y también de la muchacha a la que violó junto con sus amigos; entre tanto, Roy rememora poco a poco —y con interrupciones oníricas cuando se acerca a temas que no quiere recordar— su vida desde su dura infancia en una barriada de Edimburgo y su breve pero decisivo paso por Sudáfrica, hasta los acontecimientos que le condujeron al hospital, todo ello intercalado con frecuentes descensos a un mundo de ensoñaciones donde recorre África en compañía de su fiel amigo Sandy Jamieson en busca del Marabú —símbolo de la crueldad depredadora— al que quiere dar muerte.
Secretos de alcoba de los grandes chefs
Danny Skinner es una joven versión contemporánea del Dr. Jekyll y Mr Hyde. Reparte su tiempo libre entre el fútbol, las mujeres, las borracheras monumentales y las grescas apocalípticas por un lado, y la lectura de Rimbaud, Verlaine y Schopenhauer por el otro. Y en su tiempo de asalariado, trabaja en Sanidad y Medio Ambiente y se dedica a inspeccionar restaurantes. Aunque también aquí la dualidad se repite, porque Danny Skinner oficialmente está interesado en la salubridad e higiene de los lugares donde cocinan los grandes chefs, y también los menos grandes, y en recibir algún que otro soborno, pero extraoficialmente pretende averiguar sus más turbios secretos de alcoba: el joven es hijo de madre soltera, una pionera del punk que jamás ha querido abrir la boca, y sospecha que su progenitor puede ser uno de estos divos contemporáneos, uno de los emperadores de esas cocinas que él visita con ojo avizor. Hasta que un día, en medio de este inestable equilibrio laboral y vital, aparece Brian Kibby, un perfecto buen chico un tanto friky, que jamás se emborracha, es aficionado a los trenes eléctricos de juguete, hace higiénicas excursiones a la montaña y asiste a las convenciones de Star Trek. Y Brian se pone a trabajar junto a Danny, que comienza a experimentar un odio inmediato y fulgurante por el recién llegado, tan instantáneo y ardiente como la admiración que Brian siente por él.
Si te gustó la escuela, te encantará el trabajo
Ésta es la primera colección de cuentos de Welsh desde aquel tremendo Acid House que cambió nuestra mirada sobre una época y una generación. En «Serpientes de cascabel», dos chicos y una chica, muy drogados y enrollados, vuelven del festival Burning Man en Nevada, y el coche se les para en medio del desierto. Y tampoco tienen cobertura en el móvil para pedir ayuda. Montan la tienda y se preparan a pasar la noche. Pero al conductor lo pica una cascabel en la parte del cuerpo que tenía en la mano mientras soñaba con la chica del triángulo. Teniendo en cuenta el lugar de la mordedura, pretende que sea ella quien lo salve chupándole el veneno, pero es su compañero quien se ofrece para el sacrificio. Y entonces llegan dos jóvenes hermanos mexicanos, homófobos, armados, y muy resentidos tras el fracaso de su sueño americano.En el relato que da título al libro, Mickey es un expatriado inglés que tiene un bar en las Canarias, una exmujer que le hace la vida imposible en Inglaterra y una hija adolescente que llega de improviso. Y Mickey tendrá que hacer verdaderos juegos de prestidigitación con sus diferentes amantes, además de vigilar a dos presuntos gángsters que parecen estar planeando un golpe. A continuación, el lector se encontrará con unas chicas muy esnobs, muy Paris Hilton y muy malas, que se reúnen en un restaurante coreano de novísima cocina. A una de ellas le desaparece el perro y sospecha de su vecino, un enigmático coreano que es, precisamente, el chef del restaurante…En «Miss Arizona», un joven realizador y guionista entrevista a Yolanda —una especie de terrorífica Gloria Swanson de Sunset Boulevard—, que fue la última esposa de un famoso realizador indie y maldito que él admira. Pero Miss Arizona tuvo varios maridos más, y le reserva algunas sorpresas al joven cineasta…Y en «El reino de Fife», Welsh vuelve a su territorio, la Escocia profunda, con una historia de amor con sexo y drogas, y también mucho de comedia de enredos. Jenny es una princesa suburbana, aficionada a la equitación, con un padre que se ha hecho a sí mismo, también ha hecho mucho dinero, y ha adquirido en el camino una considerable fama de mafioso. Jason es un yóquey frustrado, campeón de futbolín e hijo de un proletario socialista muy iracundo.«Un libro que da la impresión de un nuevo comienzo, y que traerá consigo una oleada de admiración por el autor, que a pesar de disfrutar de un enorme éxito comercial y de un impacto cultural muy superior al de la mayoría de los escritores, aún no ha recibido de la crítica todo lo que merece» (Matt Thorne, Literary Review).«Una de las mejores cosas que Welsh ha escrito en años: surreal, grotesco, brillante. “El reino de Fife” es como el Gran Lebowski de los hermanos Coen, sólo que con un futbolín en lugar de un bowling» (L. Mcllvanney, The Guardian).«Y, sumado a todo lo que ya admiramos en él, Welsh se revela aquí como un escritor cómico brillante» (Hugo Barnacle, The Times).«Irvine Welsh escribe tal como Hogarth dibujaba… Sus escabrosos relatos están próximos a la caricatura, pero son extremadamente vigorosos y excitantes» (Alastair Sooke, The Telegraph).
Edimburgo, inicios de la década de los ochenta. Margaret Thatcher aplica sus recetas de dama de hierro en Gran Bretaña y estallan las huelgas mineras, el paro crece a un ritmo enloquecido y la gente se pregunta qué demonios le está pasando al país. Y por si la situación no fuese ya suficientemente complicada para las cada vez más empobrecidas clases trabajadoras urbanas, la heroína y el sida empiezan a circular masiva y descontroladamente por las calles.Y allí están Renton, Spud Murphy, Sick Boy, Begbie…, los personajes de Trainspotting, unos años antes de convertirse en los protagonistas de esa novela que supuso el deslumbrante debut literario de Irvine Welsh. En esta precuela igualmente arrolladora y feroz, pero más cargada de conciencia política y crítica social, el autor pinta un fresco demoledor de un país conducido al desastre por las salvajes políticas neoliberales y de una generación devastada por la heroína.
Un grupo de fanáticos comunistas incontrolados se dispone a frustar las negociaciones de paz y distensión entre los bloques. Proyectan atentar contra el primer ministro soviético en la cumbre de superpotencias que se celebra en París, para así crear el caos que les permita hacerse con el poder en la URSS y en China. Una pareja de periodistas y en ex diplomático, que han investigado la implicación del grupo en el asesinato del presidente Kennedy, se arriesgan a una peligrosa carrera contra reloj para impedir un magnicidio de incalculables consecuencias.
A finales de los años 70, los índices de violencia y criminalidad en los Estados Unidos se han disparado hasta niveles insoportables... El Presidente Wadsworth ha presentado la Enmienda XXXV, una modificación de la Constitución que permitirá, en caso de peligro inminente para la seguridad de la nación, suspender los derechos constitucionales de los ciudadanos e imponer medidas drásticas bajo el mando de un Comité de Seguridad Nacional... El principal impulsor de la Enmienda XXXV es Vernon T. Tynan, el poderoso Director del FBI... Sin embargo, hay quien piensa que la aprobación de la Enmienda XXXV permitiría la instauración de una dictadura en Estados Unidos, la sustitución de la democracia constitucional por un Estado policial... Las votaciones están muy reñidas en los distintos Estados, y ahora todo depende del voto decisivo de California... Christopher Collins es el recién nombrado Secretario de Justicia ('Attorney General', un miembro del Gabinete cuyas funciones, traducidas a nuestro sistema, combinarían las de un Ministro de Justicia y un Fiscal General). Por su cargo institucional, el ambicioso Collins está obligado a defender la Enmienda XXXV, pero tiene dudas. Piensa que la Enmienda XXXV podría utilizarse mal, y cree que la criminalidad debería combatirse luchando contra su verdaderas causas: la pobreza y la desigualdad... Antes de morir en el hospital, su antecesor en el cargo hace llegar un mensaje a Collins: una advertencia sobre un gran peligro relacionado con la Enmienda XXXV. Un plan secreto llamado el 'Documento R'...
El Proyecto Paloma de Irving Wallace:¿Que ocurriría si los seres humanos pudiesen alcanzar al edad de 150 años o más? Un científico británico de fama mundial acaba de descubrir una fórmula que aumentaría la longevidad de toda la especie humana.
La idea central de esta novela se basa en hechos reales. Entre 1900 y 1910 existía en Chicago el Everleigh Club, el burdel más famoso y elegante del mundo, cuya habitación más lujosa era un salón recubierto enteramente de oro. Regentaban el prostíbulo las hermanas Mina y Aida Everleigh, que procedían de Kentucky y se habían instalado en Chicago. El autor, inspirándose en esta anécdota histórica, ha recreado imaginariamente el ambiente y las vicisitudes de este caro y mítico club de principios de siglo. En Chicago por aquella época se acaba de elegir un alcalde cuya campaña electoral se ha fundado en la promesa de cerrar todos los burdeles de la ciudad, comenzando por el de las hermanas. Éstas se ven entonces obligadas a recurrir a toda clase de estratagemas para eludir el acoso de la justicia y salvar el negocio. Mientras, un peligroso maníaco, aficionado a matar y despedazar mujeres, se introduce subrepticiamente en el burdel. Todo lo cual da lugar a una serie de enredos, equívocos y peripecias que llenan el relato de suspense y humor.
Edward Armstedad ha vivido siempre a la sombra de su padre, famoso magnate de los medios de comunicación, al fallecer éste Edard se entera de que su testamento le impide conservar lo que más desea: la propiedad del famoso periódico de Nueva York que es el núcleo del impero que construyó su padree. Como no puede cumplir este deseo, se lanza a la conquista del mundo teniendo como única meta vengarse del difunto. Así, convierte a su propio periódico, el Record, en el número uno y, además, hace suya a la amante de su padre.
Una fascinante mujer oriental, presidenta de un pequeño país en crisis, se entrevista con el presidente norteamericano para obtener su ayuda. Pero entre ambos surge una ardiente e inesperada pasión... Una historia de amor e intriga política cuyas derivaciones ponen en peligro la estabilidad internacional...
La cama celestial es una novela que cuenta la historia de un doctor especializado en Sexología que, viendo que algunos de los casos que plantean sus pacientes se resisten a las terapias tradicionales, decide aplicar una nueva técnica que resultará extraordinariamente eficaz. Sin embargo, su práctica le proporcionará toda una serie de problemas debido a que en algunos estados de Norteamérica es ilegal, por considerar a los suplentes sexuales como prostitutas. Expulsado de Arizona por practicar esta terapia, se traslada a California donde el doctor Freeberg piensa poder dedicarse a trabajar en lo suyo sin trabas. Se lleva con él a Gay Miler, su ayudante, una mujer joven y bonita a la que no se le resiste ningún caso y a Paul Brandon, un terapeuta masculino. Se instalan en una zona elegante y cuando menos se lo espera, aparece un fiscal de distrito que le acusa de proxeneta... Es una historia que toca un tema que contiene ingredientes jugosos en el entramado de las terapias no tradicionales, en el campo de la psicología y su posición en relación a las leyes.
Le bastó a Philip Fleming una sola mirada para sentir la obsesiva necesidad de acostarse con una mujer distinta a la suya. Pero, cuando fue hasta ella, sucedió lo inconcebible, lo vergonzoso y degradante: la impotencia viril... Irving Wallace ofrece un audaz estudio de la lucha de un hombre para dominar uno de los temores que más corroen, y, al propio tiempo, presenta una denuncia franca del matrimonio en sus aspectos más soterrados. Philip Fleming, como muchos hombres que se casan demasiado jóvenes, consideraba que se había privado al hacerlo de los placeres de que pueden jactarse los solteros sin sentimiento alguno de culpabilidad. En diez años de vida conyugal, ni una sola vez le fue infiel a su esposa, a pesar de conseguir en ese lapso dinero y fama como guionista cinematográfico, y tener a su alcance una inter¬minable galaxia de mujeres deseables. Para justificarse consigo mismo y no aceptar sus propios miedos, se decía que los riesgos y el compromiso resultaban excesivos. Así, hasta que cierta tarde entró en su casa Peggy Degen, una joven viuda, belleza felina de ojos verdes, toda promesa y sensualidad... Al lector de la amplia producción literaria de Irving Wallace, LOS PECADOS DE PHILIP FLEMÍNG le parecerá, muy probablemente, su obra más acabada, pese a no ser de las más densas.
Inspirada en una historia real, El secreto de mi madre es un homenaje a la bondad, el coraje y la generosidad de la gente común.Un relato conmovedor en el que se cruzan las vidas de dos familias judías y un desertor alemán con las de una madre y su hija, dispuestas a todo para salvarlos.Franciszka y su hija Helena llevan una vida corriente hasta 1939, cuando las tropas hitlerianas invaden su país. Proteger a judíos en la Polonia ocupada es una sentencia de muerte, pero Franciszka decide arriesgarlo todo para esconder a Vilheim, uno de los guardias personales del comandante, y a dos grupos de judíos en su pequeño hogar de Sokal. Para que todos logren sobrevivir, ella y su hija deberán ser más astutas que sus vecinos y que el temible comandante alemán...
Isaac Rothe es un soldado de operaciones encubiertas con un pasado oscuro y un futuro nada prometedor. Perseguido por un asesino, acaba entre rejas y con su destino en manos de la guapísima abogada de oficio Grier Childe, por la que comienza a sentir una peligrosa e inoportuna atracción. Por si fuera poco, Jim Heron hace acto de presencia para comunicarle que su alma está en peligro. Atrapado en un perverso juego con el demonio que persigue a Jim, Isaac debe decidir si el soldado que hay en él puede creer que el amor verdadero es la única arma capaz de vencer al diablo.
Larga vida al rey…Después de haberle dado la espalda al trono durante siglos, Wrath, hijo de Wrath, finalmente asumió el cargo de su padre con la ayuda de su amada compañera. Pero la corona pronto le empieza a pesar. Mientras la guerra con la Sociedad Restrictiva prosigue con furia y la amenaza de la Pandilla de Bastardos se hace cada vez más real, Wrath se ve obligado a tomar decisiones que pondrán todo —y a todos— en peligro.Beth Randall creía que sabía a lo que se exponía cuando se unió al último vampiro de sangre pura del planeta. No iba a ser un camino fácil. Pero cuando decide que quiere un hijo no está preparada para la respuesta de Wrath, ni para la distancia que se abre entre ellos.La pregunta ahora es: ¿triunfará el amor o se impondrá el deber de la herencia?
El caos, publicado por primera vez en español por Sudamericana en 1974, resulta fundamental para conocer y apreciar la obra de J. R. Wilcock: es su último libro argentino y su primer libro de relatos. En El caos aparecen muchas de las obsesiones temáticas a las que Wilcock dará continuidad en los cuentos y novelas que escribirá después y, en germen o ya desarrollados, los recursos que hacen de él uno de esos escritores a quien se debe consultar frecuentemente para detectar o sospechar los vínculos entre el arte narrativo y la magia. Si bien hay motivos y argumentos que relacionan este libro con la mejor tradición de la literatura fantástica, en El caos despunta también un modo de tratarlos absolutamente personal y admirable. En el estilo narrativo de Wilcock se dan cita una imaginación vehemente y un gusto por la exactitud verbal casi maniático, cuyo punto de ajuste son tal vez esas transiciones alevosamente prosaicas, coloquiales o descriptivas entre pasajes de gran intensidad lírica. La ironía y el humor de quien reconoció que construía sus libros «corrigiendo textos mediocres, escritos por mí» revelan contrastes que sólo un escritor muy atento a los menores matices de la palabra podía advertir.Gracias a esta nueva edición de El caos, al cuidado de Ernesto Montequin, quien ha proporcionado notas a todos los cuentos y traducido e incorporado dos inéditos —«Recuerdos de juventud» y «La Nube de Ross»—, un aspecto secreto o evasivo de J. R. Wilcock queda en evidencia: el escritor reverenciado por sus pares italianos era, antes de cambiar de idioma, un talento legítimo de la literatura argentina, que, aficionada a los desdenes, no le hizo ningún favor.