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Considerado por la Academia Sueca uno de los autores de mayor talento, aclamado por la crítica como el nuevo Stephen King y considerado por los lectores el sucesor de Stieg Larsson, el maestro escandinavo del terror se imagina en su nueva novela qué pasaría si Estocolmo fuese tomado por los zombies.Algo muy extraño está ocurriendo en la capital de Suecia: en medio de una inusual ola de calor, la gente se da cuenta de que no puede apagar la luz ni los aparatos eléctricos. De repente, una noticia sacude a la nación: en la morgue los muertos están resucitando. ¿Qué es lo que quieren? Lógicamente, volver a casa…<
Publicada en quince países, Puerto humano es la novela que, tal y como declara la prestigiosa Kirkus Review, ha consagrado a John Ajvide Lindqvist como el maestro escandinavo del terror.Ésta es, sin duda, su novela más original y misteriosa: comienza a finales de verano, cuando llega a la isla de Domarö, un pintoresco archipiélago del mar Báltico, Anders, un joven devastado por la misteriosa desaparición de su pequeña hija Maja dos años atrás. Una mañana de invierno, la niña echó a andar por el mar helado y jamás se la volvió a ver. Esa tragedia acabó con el matrimonio de Anders y le convirtió en un hombre asocial y atormentado por los remordimientos. Él cree que su única posibilidad de redención es volver al lugar donde ocurrió la tragedia y, de la manera que sea, encontrar el hilo que le ayude a traer de nuevo a su hija entre los vivos. Lo que Anders ignora es que la desaparición de Maja sólo es uno de los innombrables misterios que envuelven a Domarö, un lugar maldito desde la noche de los tiempos.<
EL perro levantó la cabeza, estiró el cuello y las orejas, venteó y gruñó. El chiquillo volvió la cabeza hacia él. Luego siguió disparando piedrecitas contra los patos, que tenían sumo cuidado en no nadar cerca del muchacho. El perro se puso a ladrar, salió disparado por entre los juncos, bordeando el estanque, cruzó el agua en un estrechamiento de la balsa, y desapareció por entre los matorrales, sin dejar de ladrar. Esto distrajo un momento al chiquillo. Retrocedió, intentando ver al perro, y como no lo conseguía, salió disparado, ascendiendo a un pequeño montículo. Desde allí oteó la llanura, utilizando la palma de una mano como pantalla.» —¿A quién ladra «Thick»? — preguntó una voz de mujer.<
John Lack es el seudónimo del escritor Juan Bautista Lacasa Nebot, Castellón (Valencia, (España), 1913 - † 1984<
BART Calloway dejó descansar el hacha y se limpió con la manga de la camisa de franela a cuadros el sudor que empapaba su rostro, curtido por el sol y el cortante viento procedente de los nevados montes Uinta, en cuyas estribaciones se hallaba talando pinos. Bart era el mayor de los Calloway. Tenía treinta y tres años y un cuerpo alto y delgado, de músculos apretados y endurecidos por la dura labor del campo en aquellas tierras fértiles, pero bravías, que ofrecían una tenaz resistencia a ser roturadas e incorporadas al progreso. No sólo era la Naturaleza la que ofrecía resistencia a ser arrancada de su milenaria improductividad: también los hombres luchaban denodadamente por retrasar el cultivo de aquellas tierras, defendiendo unos intereses más o menos legítimos. —¿Has oído, Bart? —gritó su hermano Jim. Era el menor —Veintidós años— y el único soltero de los tres. Era moreno también, como todos los Calloway, y más bajo y corpulento que Bart. Estaba cortando otro pino a unas cincuenta yardas.<
El «Boeing» de la «T. W. A.» había tomado tierra y rodaba por la pista número dos del aeropuerto parisino de Orly. Un joven de unos veintiséis años, embutido en un jersey negro, de cuello alto, miró a otro hombre vestido con discreta elegancia que había a su lado, y murmuró:—¿Estás seguro, Louis?—Completamente. Lomel no se habría molestado en ponerme el cable.Guardaron silencio. A su alrededor hablaba una pareja en un inglés bronco, con acento alemán. Estaban en la terraza destinada al público que quería contemplar el movimiento del aeródromo.<
¡Tramposo, fullero! Ronald White se puso en pie violentamente al pronunciar aquellas palabras. La silla en que estaba sentado salió disparada hacia atrás. El tahúr se quedó blanco como la pared y llevó la diestra al bolsillo interior de la chaqueta, donde guardaba una «Derringer». Era rápido, pero lo era más Ronald. Un imponente colt del 45 apareció en su mano. —Devuélveme mi dinero, ¡pronto! —rugió, encañonándolo. El tahúr se pasó la lengua por los resecos labios y miró a uno de los que observaban la partida de póker, mientras decía con muy poco aplomo: —No hubo trampa, aquí no se hacen trampas. No quería levantar la voz para que los demás conductores que se estaban jugando el producto de la venta de su ganado no se enteraran. Y es que el hombre tenía más miedo a Watson, el dueño del bar, que al propio colt que le estaba encañonando.<
John Lack es el seudónimo del escritor Juan Bautista Lacasa Nebot, Castellón (Valencia, (España), 1913 - † 1984
Brent Hayes tiró las botas y metió los pies en el agua. Puso cara de satisfacción y su compañero de viaje terminó de atar sus dos caballos de prisa. Fue hasta la margen, aguas arriba de donde estaba Brent y se tumbó a beber.<
John Lack es el seudónimo del escritor Juan Bautista Lacasa Nebot, Castellón (Valencia, (España), 1913 - † 1984<
John Lack es el seudónimo del escritor Juan Bautista Lacasa Nebot, Castellón (Valencia, (España), 1913 - † 1984<
Todos viven o trabajan en una calle de Londres; algunos se conocen, otros no, pero casi todos acabarán cruzándose. Roger Yount es un banquero de la City que espera una prima anual suficiente para pagar su segunda vivienda; ya tiene dos coches y también quisiera tener dos mujeres. Y que la segunda fuera menos manirrota que la oficial, que no da golpe. Antes de conseguir lo que sueña, se queda sin trabajo, cargado de deudas y al cuidado de su hijo menor, porque su todavía única mujer lo abandona temporalmente. Ahmed es un pakistaní que tiene una tienda y dos hermanos, uno vago y fundamentalista, otro trabajador y demócrata. Cuando llega su madre de Pakistán, está dispuesta a criticarlo todo menos al hijo enloquecidamente religioso... También está Petunia, una anciana que no sabe que en su casa hay escondido medio millón de libras. Y Zbigniew, el albañil polaco, y Smitty, un artista del escándalo y cuyo verdadero nombre nadie conoce, y sólo sabemos que es nieto de Petunia... Entretanto, la crisis económica acecha a Londres, y al mundo, y cada uno de los vecinos de la calle recibe una postal entre amenazante y siniestra que dice «Queremos lo que usted tiene». ¿Será su vivienda, sus tesoros escondidos, sus deseos, los confesados y los inconfesables?<
En 1935 Tom Stewart, un joven inglés, parte en busca de aventuras. En el barco que lo lleva a Hong Kong conoce a Maria, una joven monja china que le enseña cantonés. En la década de los noventa, Dawn Stone, una cínica periodista de Londres, se instalará en Hong Kong, donde sus malévolas crónicas sobre millonarios locales atraerán la atención del dueño de la revista que los publica. Y en el puerto de los aromas, que es lo que significa Hong Kong en chino, también encontrará una nueva vida Matthew Ho, un niño refugiado chino, convertido en un joven empresario que lucha por la pervivencia entre las convulsiones de la economía de mercado y las presiones de las mafias locales. En torno a estos tres personajes, bulle la otra gran protagonista de la novela de John Lanchester (1962), la mítica Hong Kong.<
Todos los días laborables de los últimos treinta años, el señor Phillips ha salido de su casa en los suburbios con su maletín en la mano, y se ha dirigido a su trabajo en una empresa de servicios en Londres. Y hoy, un tibio lunes del mes de julio, hará exactamente lo mismo, aunque ya nada será igual. Para empezar, no llevará un rumbo fijo, pues el viernes lo han despedido. No se lo ha dicho a su mujer, ni sabe si se lo dirá, y sólo puede hablar consigo mismo, en un ininterrumpido soliloquio, de esta experiencia que ha trastocado para siempre su vida, de este cambio radical que inaugura una nueva etapa.Y así, este hombre sin atributos, este prudente contable de mediana edad, casado y con dos hijos, emprenderá un peculiar viaje por la cotidianeidad y por sí mismo, un viaje que le traerá encuentros inesperados -conocerá a un insólito pornógrafo, seguirá los pasos de una celebridad de la televisión, se verá atrapado en el atraco a un banco- y no menos inesperados descubrimientos acerca de sí mismo.La novela de Lanchester -y el día del señor Phillips- fluye con una aparente facilidad que linda con la perfección. De minucia en minucia, de recuerdo en recuerdo, se despliega ante el lector toda la estructura de una vida, el fidelísmo retrato del vecino de la casa de al lado, pintado con una sutileza casi puntillista, lleno de matices. Es la épica sin heroísmos de una vida como todas, de un hombre que, como ha dicho Simone Weil, «abandonado en el universo no tendría ningún derecho, pero tendría deberes».<
Tarquin Winot, erudito, voluptuoso, snob y terriblemente civilizado, ha decidido escribir un libro de cocina muy poco convencional. En realidad, será un tratado a la manera de la Fisiología del gusto de Brillat-Savarin, de quien Tarquin piensa que fue, junto al Marqués de Sade, una de las grandes mentes transgresoras de su época.<
Londres, 1944. Cuando la Luftwaffe descarga un último ataque desesperado sobre la ciudad, los londinenses corren a refugiarse como lo han hecho tantas veces y aguardan ansiosos la señal de la llegada del día D. Mientras tanto, en el East End, unos niños conducen a la policía hacia un cadáver enterrado entre los restos de una zona bombardeada. La víctima es un alemán, y pronto es evidente que no se trata de un asesinato corriente. El sargento detective Troy se verá involucrado en la persecución de un hombre que le conducirá a un mundo de refugiados apátridas, espionaje militar y corrupción en las altas esferas. Una cacería en la que Troy es a la vez presa y cazador.<
Un libro que ha escandalizado a la opinión pública de Estados Unidos.Libro en la línea de El Lobo de Wall Street, el que el exdirectivo de banca John LeFevre cuenta el lado más sórdido, escandaloso e inhumano de la élite del negocio bancario mundial. Durante buena parte de la pasada década, la vida de este joven banquero y trader texano era orgía de alcohol, cocaína, sexo y machismo, honorarios amañados con los colegas de otros bancos y soplos a los buenos clientes. Su norma no escrita era «las reglas son para los tontos». Su carrera empieza pronto, cuando consigue, nada más salir de la universidad, uno de los 350 empleos que ofrece la firma Salomon Brothers. Desde Nueva York salta a Londres. Es la época en la que es un honor despertarse en un vagón de metro sin recordar nada y dirigirse a la oficina vestido con el esmoquin de la víspera y el compañerismo consiste en inspeccionarse mutuamente las narices para comprobar que no sangran antes de una reunión.<
¿Quién realizó el primer vuelo en avión? ¿Cuántas piernas tiene un pulpo? ¿Qué cantidad de agua se recomienda beber al día? ¿Qué ocurre si dejas una dentadura dentro de un vaso de Coca-Cola durante toda la noche? ¿De dónde procede la mayor parte del polvo de una casa? ¿De qué color son las naranjas? ¿Quién en todo el mundo es más probable que pueda asesinarte? ¿Para qué se fabricó el primer lavaplatos? John Lloyd and John Mitchinson, las dos cabezas pensantes del famoso programa de la BBC ”QI”, nos presentan la recopilación de los hechos más fascinantes, asombrosos y disparatados aparecidos en el programa.Sean cuales sean las respuestas que hayas dado a las anteriores preguntas, puedes estar seguro de que todo lo que crees saber es erróneo. El nuevo pequeño libro de la ignorancia es un texto esencial para todo aquel que sabe que no lo sabe todo y un instrumento ideal para derrotar a los que sí lo creen.<
He aquí un catálogo exhaustivo y humillante de imprecisiones, errores y equivocaciones de «cultura general». Si todavía cree que Enrique VIII tuvo seis esposas, que la Tierra tiene una sola luna o que el Everest es la montaña más alta del mundo, necesita este libro. Urgentemente. El pequeño gran libro de la ignorancia arroja nueva luz sobre una cuestión que ha obsesionado a filósofos, científicos y clientes de bares de todos los tiempos: ¿qué es cierto y qué es pura tontería? Thomas Edison afirmó que no sabemos ni una cienmillonésima parte de nada. Mark Twain creía que se necesitarían ocho millones de años sólo para dominar las matemáticas. Woody Allen apunta que algunos beben de las aguas profundas del río del conocimiento mientras que otros sólo hacen gárgaras. Es muy posible que este libro le haga sentir insignificante e ignorante. Pero también se reirá a carcajada limpia durante un buen rato. Y de paso, aprenderá un montón de cosas nuevas. ¿Se anima?<
John Locke modificó el rumbo de la filosofía al asegurar que la razón es la llave al conocimiento. Opiniones, percepción, ideas, verdad o lenguaje son algunos de los temas tratados en estos textos, que sin duda forman parte de los que más han influido en el pensamiento occidental.<
Jake Dancer ha tocado fondo: noches en blanco, borracheras amnésicas y largas caminatas con rumbo indefinido. Helen Crane, la atractiva novia de Dancer, desconoce el motivo de tal declive psicológico. Con tal de poner fin a esta agónica situación, Crane contrata al detective Nudger. A medida que el investigador se introduce en el caso, se irá encontrando con personajes tan peculiares como un sádico ex policía o un ludópata con aires de Errol Flynn.<
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